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LAS CALLEJUELAS DORMIDAS - Para José Manuel Saiz
Publicado: Mar, 01 Feb 2011 14:49
por Marisa Peral
LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Por calles donde la luz se filtra vergonzosa, quizás, de vez en cuando, contaré algún que otro gajo de naranjas prendido en los aleros y balcones de los que cuelgan rastras coloradas de pimientos entre burdas y nobles ropas de trabajo.
Son esos lugares apacibles donde curiosas y tímidas ancianas juegan a la brisca sentadas junto a los portones, con una niebla de leña y olor a guiso recio flotando en el ambiente.
¡Es un ritual reconfortante el contemplar antiguas celosías y adivinar que, tras el gastado apresto de los encajes, hay ojos inocentes que nos siguen!
O presentir, tras las enmohecidas cancelas, patios que son pequeños reinos en los que siempre mandan los rosales para entregar una rosa distinta cada día:
las más perfumadas y erguidas, las que resplandecían casi con luz propia o las relegadas, cubiertas con suaves telarañas.
En el letargo silencioso de las siestas era el aire tan dulce que se saboreaba hasta el cansancio con la apacible necesidad de los conversos. Entre claroscuros jugaban las manos con sombras chinescas y un zumbido de moscas nos recordaba que había llagado la hora de la merienda: ¡limonada con masitas francesas horneadas!
A veces, cuando la tarde no tiene apenas resplandores, nos sorprendía el viento de poniente. Es como si los visillos se rebelasen detrás de los cristales emplomados. De pronto las calles se colmaban de lluvia. Una lluvia caliente y vaporosa con un susurro placentero y decoroso que le daba al ambiente una tibieza de crepúsculo, la paciencia del remanso, la claridad sumisa del río cotidiano.
Y al pasar la borrasca me enseñaron las calles ese fulgor que se volvía espacio y la vida volvía a sus portones y ventanas.
No he nacido yo para moverme en lujosas avenidas, sino en las callejuelas quietas y sombrías con caminitos y recodos donde también es posible descubrir una estrella.
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©MAR
Publicado: Vie, 11 Feb 2011 5:33
por Ruben Fernández
Encantadora prosa poética escrita con indudable sensibilidad.
Un abrazo, Marisa.
Publicado: Sab, 12 Feb 2011 19:58
por Javier Blanco
Me encantó tu prosa poética, la he leído dos veces y la segunda me ha gustado más.
Un abrazo, Marisa.
Publicado: Lun, 14 Feb 2011 13:00
por Marisa Peral
Ruben Fernández escribió:Encantadora prosa poética escrita con indudable sensibilidad.
Un abrazo, Marisa.
Gracias Ruben, me alegro si te ha gustado.
Un abrazo.
Publicado: Lun, 14 Feb 2011 13:01
por Marisa Peral
Javier Blanco escribió:Me encantó tu prosa poética, la he leído dos veces y la segunda me ha gustado más.
Un abrazo, Marisa.
Un abrazo Javier y gracias por tus palabras.
Publicado: Mar, 31 May 2011 2:28
por Ana María Plascencia I.
Me encanta la prosa poética, más aún si está correctamente armonizada y con una estructura limpia.
Besos:
Anita
Publicado: Mar, 31 May 2011 12:44
por Marisa Peral
Ana María Plascencia I. escribió:Me encanta la prosa poética, más aún si está correctamente armonizada y con una estructura limpia.
Besos:
Anita
Hola Ana, muchas gracias por acercarte a leer esta prosa, me alegro si te ha gustado.
Un beso.
Re: LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Publicado: Sab, 07 Abr 2012 12:18
por Marisa Peral
Rescatado del Foro de Poemas en Prosa.
Gracias por esta iniciativa.
Marisa Peral escribió:LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Por calles donde la luz se filtra vergonzosa, quizás, de vez en cuando, contaré algún que otro gajo de naranjas prendido en los aleros y balcones de los que cuelgan rastras coloradas de pimientos entre burdas y nobles ropas de trabajo.
Son esos lugares apacibles donde curiosas y tímidas ancianas juegan a la brisca sentadas junto a los portones, con una niebla de leña y olor a guiso recio flotando en el ambiente.
¡Es un ritual reconfortante el contemplar antiguas celosías y adivinar que, tras el gastado apresto de los encajes, hay ojos inocentes que nos siguen!
O presentir, tras las enmohecidas cancelas, patios que son pequeños reinos en los que siempre mandan los rosales para entregar una rosa distinta cada día:
las más perfumadas y erguidas, las que resplandecían casi con luz propia o las relegadas, cubiertas con suaves telarañas.
En el letargo silencioso de las siestas era el aire tan dulce que se saboreaba hasta el cansancio con la apacible necesidad de los conversos. Entre claroscuros jugaban las manos con sombras chinescas y un zumbido de moscas nos recordaba que había llagado la hora de la merienda: ¡limonada con masitas francesas horneadas!
A veces, cuando la tarde no tiene apenas resplandores, nos sorprendía el viento de poniente. Es como si los visillos se rebelasen detrás de los cristales emplomados. De pronto las calles se colmaban de lluvia. Una lluvia caliente y vaporosa con un susurro placentero y decoroso que le daba al ambiente una tibieza de crepúsculo, la paciencia del remanso, la claridad sumisa del río cotidiano.
Y al pasar la borrasca me enseñaron las calles ese fulgor que se volvía espacio y la vida volvía a sus portones y ventanas.
No he nacido yo para moverme en lujosas avenidas, sino en las callejuelas quietas y sombrías con caminitos y recodos donde también es posible descubrir una estrella.
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©MAR – 2005
re: LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Publicado: Vie, 20 Abr 2012 6:55
por Víctor F. Mallada
!Qué bien lo cuentas!, Marisa.
Una gozada pasear por tus calles de letras, tan bien urdidas que te invitar a entrar en sus misterios.
Muy buen ritmo, desde un punto de vista técnico.
Víctor
Re: re: LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Publicado: Mié, 25 Abr 2012 10:45
por Marisa Peral
Víctor Mallada Bayón. escribió:
!Qué bien lo cuentas!, Marisa.
Una gozada pasear por tus calles de letras, tan bien urdidas que te invitar a entrar en sus misterios.
Muy buen ritmo, desde un punto de vista técnico.
Víctor
Muchas gracias Victor, eres muy generoso y me encanta que te hayan gustado estas callejuelas.
El caso es que considero que fue un acierto que se pasasen las obras de prosa poética al foro de poemas porque quedaban bastante olvidadas.
Gracias de nuevo y un abrazo.
Para José Manuel Saiz / Re: LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Publicado: Lun, 18 Nov 2013 12:49
por Marisa Peral
Marisa Peral escribió:
LAS CALLEJUELAS DORMIDAS
Por calles donde la luz se filtra vergonzosa, quizás, de vez en cuando, contaré algún que otro gajo de naranjas prendido en los aleros y balcones de los que cuelgan rastras coloradas de pimientos entre burdas y nobles ropas de trabajo.
Son esos lugares apacibles donde curiosas y tímidas ancianas juegan a la brisca sentadas junto a los portones, con una niebla de leña y olor a guiso recio flotando en el ambiente.
¡Es un ritual reconfortante el contemplar antiguas celosías y adivinar que, tras el gastado apresto de los encajes, hay ojos inocentes que nos siguen!
O presentir, tras las enmohecidas cancelas, patios que son pequeños reinos en los que siempre mandan los rosales para entregar una rosa distinta cada día:
las más perfumadas y erguidas, las que resplandecían casi con luz propia o las relegadas, cubiertas con suaves telarañas.
En el letargo silencioso de las siestas era el aire tan dulce que se saboreaba hasta el cansancio con la apacible necesidad de los conversos. Entre claroscuros jugaban las manos con sombras chinescas y un zumbido de moscas nos recordaba que había llagado la hora de la merienda: ¡limonada con masitas francesas horneadas!
A veces, cuando la tarde no tiene apenas resplandores, nos sorprendía el viento de poniente. Es como si los visillos se rebelasen detrás de los cristales emplomados. De pronto las calles se colmaban de lluvia. Una lluvia caliente y vaporosa con un susurro placentero y decoroso que le daba al ambiente una tibieza de crepúsculo, la paciencia del remanso, la claridad sumisa del río cotidiano.
Y al pasar la borrasca me enseñaron las calles ese fulgor que se volvía espacio y la vida volvía a sus portones y ventanas.
No he nacido yo para moverme en lujosas avenidas, sino en las callejuelas quietas y sombrías con caminitos y recodos donde también es posible descubrir una estrella.
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©MAR –
re: LAS CALLEJUELAS DORMIDAS - Para José Manuel Saiz
Publicado: Lun, 18 Nov 2013 13:09
por José Manuel Sáiz
Una prosa hermosísima, Marisa. En efecto, en mi poema también trato de describir ese encanto sórdido, húmedo y angosto de las calles estrechas (o callejuelas) intentando dejar un espacio a la esperanza con esas plazas anchas en la que generalmente desembocan. Tú en tu prosa nos dejas tus propias y hermosas viviencias.
Mi poema es una revisión de un poema antiguo que se titulaba LAS CALLES ESTRECHAS, y que he corregido para mejorar el ritmo y la acentuación.
La descripción de esas calles por el ojo de un poeta, hace que se compartan imágenes similares; luego está el saber hacer y el arte de cada uno, y tú en eso, derrochas maestría.
Un fuerte abrazo y enhorabuena por ese escrito que se me había pasado (por desgracia no suelo entrar al foro de prosa).
Muchas gracias por la dedicatoria, querida amiga.
J. Manuel