Editorial Alaire

Mis sentidos no se enteran de nada,
son una amalgama perdida
en un desierto de arenas negras.

Me guío por percepciones,
por los impulsos distraídos de la mente,
me dictan despacito ideas absurdas
que admito y adopto como genialidades.

Por un instante las creo,
y río a carcajadas
como el malo de un cuento.
Entonces, cuando aún soy ilusión
en carne viva,
un hostión llovido de la nada
apaga miserablemente la chispa
de la vida.

Siempre mirando al cielo,
condenado a rozarlo con las pestañas
para caer al vacío.

No soy la tristeza, no,
solo soy
el triste.

Ese triste me suena a mí mismo, Israel, quizá no al yo de ahora, sino al de hace unos años. El poema rebosa una autoironía que me ha encantado, y que además, aunque el poema tenga tu sello inconfundible, por momentos me ha hecho recordar la poesía del ausente Tristany.


Un fuerte abrazo.

Es un gustazo disfrutar de la potencia de tus versos. En algún momento de la vida todos somos ese ser triste que es mas dolorido que la propia tristeza. Un acierto de imágenes.
Un abrazo.
Pepa

Hola Israel.
La tristeza nos golpea con sus zarpas muchas veces, amigo mío, pero eso no nos convierte en tristes, así que arriba ese decaimiento, vendrán días mejores, no lo dudes.
Abrazos.
Mario.

Yo creo que todos podemos identificarnos en tus versos en algún momento de nuestra vida. Tú lo reflejas con hermosos versos
Abrazos
Pilar

Juan Fionello escribió:Ese triste me suena a mí mismo, Israel, quizá no al yo de ahora, sino al de hace unos años. El poema rebosa una autoironía que me ha encantado, y que además, aunque el poema tenga tu sello inconfundible, por momentos me ha hecho recordar la poesía del ausente Tristany.


Un fuerte abrazo.

Gracias dobles Juán, por el comentario y por la referencia a Tristany, poeta al que respeto y admiro desde el principio de mis aventuras foreras.

Un abrazo

Excelente poema, Israel. Humildad en la manera de terminar el poema.

Me han gustado su carga emocional y su léxico.

Felicidades
Un abrazo
Ana

La tristeza es, también, uno de los motores de la creación poética. A ti por lo menos te ha servido para escribir un buen poema. Un abrazo.

Versos tristes pero muy bellos, me gustaron.
Un saludo cordial.

Israel Liñán escribió:Mis sentidos no se enteran de nada,
son una amalgama perdida
en un desierto de arenas negras.

Me guío por percepciones,
por los impulsos distraídos de la mente,
me dictan despacito ideas absurdas
que admito y adopto como genialidades.

Por un instante las creo,
y río a carcajadas
como el malo de un cuento.
Entonces, cuando aún soy ilusión
en carne viva,
un hostión llovido de la nada
apaga miserablemente la chispa
de la vida.

Siempre mirando al cielo,
condenado a rozarlo con las pestañas
para caer al vacío.

No soy la tristeza, no,
solo soy
el triste.

La felicidad viene en pedacitos, bocaditos que un dia nos llenan sin ser mediocridad. La gran parte de la vida es triste, si no en lo propio, en el sufrimiento y las vicisitudes de los demas. Creo que yo tambien soy la triste.

Estos versos en negrita los he sentido en particular porque la vida a veces es una seduccion Ctease) que no llega a consumar su abrazo.

Ha sido un placer leerte, Israel.

Abrazos,

ERA

Josefa A. Sánchez escribió:Es un gustazo disfrutar de la potencia de tus versos. En algún momento de la vida todos somos ese ser triste que es mas dolorido que la propia tristeza. Un acierto de imágenes.
Un abrazo.
Pepa

Gracias por tu paso Josefa.

Un abrazo.