Editorial Alaire

Lo veo todas las mañanas,
acurrucado entre periódicos
dejando la ilusión en esa vieja banca de piedra,
tan fría como sus días.


Tiene el cabello largo,
blanco como la nieve
y una creciente barba
descuidada por el paso de los años.
Su mirada, ha perdido ese brillo (reflejo de esperanza)
Sus manos sucias y cansadas,
son tan solo un instrumento desgastado,
quizás, no sabe ya cómo usarlas.


¿Recordará su nombre?, ¿sabrá que alguna vez tuvo una familia?,
¿un hogar calentito?, ¿un trabajo?
Siento pena por su pena,
por su alma cautiva,
entre tanta locura y pobreza.


Para él su hogar,
es un pequeño parque cercano a mi casa
supongo que la lluvia,
debe ser su regadera...
me gusta imaginar,
que las flores y los árboles son retratos de familia,
un arcoiris llamado fé
y esa roída piedra,
en forma de banca,
es lo que él conoce como su cama.


Quizás en medio de tantas carencias,
él no se siente tan solo
y le queda aún, un rayito de contento.


Me pregunto si solo soy yo quién lo ve,
quién entiende sus flaquezas,
quién se da cuenta de su dolor.
Me duele y enoja,
la indiferencia de está sociedad carente de emoción.
¿Por qué tantas injusticias?, ¿por qué tanta gente sin amor?


Él no tiene nombre
le dicen..... el loco del parque,
el que no tiene hogar.

Me has hecho recordar otro poema con el mismo tema que escribí hace algún tiempo. Me parece que es necesaria esta mirada a nuestro alrededor donde los bancos y los parques saben más que nosotros de estos problemas humanos.
Salud

Reividicativos estos versos que ha sido un placer inaugurar. Me gustó.
Un abrazo.
Pepa

Unos versos que hacen reflexionar, todos nos cruzamos con gente así, miramos para otro lado porque es más fácil, en el fondo nos aterra comprender que no son tan diferentes a nosotros y que la línea que nos separa es muy fina.

Un abrazo

Yo también me he fijado en personas como la que describes, parece como si la pobreza fuera un uniforme. El poema contiene una mirada que me parece justa y necesaria.

Un abrazo.

Julio estoy de acuerdo contigo esos lugares tan olvidados por muchos y tan amados por otros, tienen un millón de historias que contar.
Un abrazo
Gabriela

Gracias Pepa, tus palabras me llenan de alegría.
Abrazos
Gabriela

Israel, tienes razón, siempre será más fácil no querer ver, porque en el fondo sabemos que no somos tan diferentes como lo dices tu, nos da miedo pensar que podríamos ser nosotros los que dejaramos la vida en la banca de un parque.
Un abrazo
Gabriela

Juan, es una verdadera tristeza que la pobreza se convierta en el uniforme de tanta gente. Gracias por tus palabras.
Un abrazo
Gabriela

Hola Gabriela.
Como a Julio, me hiciste recordar un poema que publicaré en su día, sobre esa legión de gente (y más ultimamente), que carecen de hogar y de lo más necesario y que se ven obligados a vagar como fantasmas por las calles.
Me gustó tu forma tierna de plasmarlo. Abrazos.
Mario.

El mejor poema que he leído en el foro, el mas profundo... y el que mas comparto... Te felicito por este poema, que aunque triste, expresa sinceramente el dolor por la realidad.
Gracias por compartirlo,
Saludos

Mario, me gustaría mucho leer ese poema, muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo
Gabriela

Mario, me gustaría mucho leer ese poema, muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo
Gabriela

Pablo, tus palabras me alegran, gracias a ti por dejar tu huella en estas líneas.
Abrazos
Gabriela

Un poema tierno y humano que dice mucho de la mirada poética de quien lo escribe.
Me gustan mucho este tipo de poemas.
Un abrazo, querida amiga.
J. manuel