Editorial Alaire

"...se mueven como buzos en el fondo del silencio".
Gabriel Celaya


Difícil mundo el de la carne viva, proclaman
sin palabras sus mentes de arenisca.
Desde sus peanas nos ven pasar fugazmente;
y nos oyen; y nos desprecian (o miran indolentemente
si otros ojos las contemplan); árido umbral
el de su aura tibia.

Se sienten privilegiadas en su estática
pose milenaria: generosa inacción
que agradece la paloma.
No les perturba nuestro sentir. Nuestra pasión mundana
les causa indiferencia.

Su sangre no corre como la nuestra. Pero piensan,
se mueven y respiran como abren y cierran
sus párpados macizos: imperceptiblemente
con el paso de los siglos.

Esculpidas en el canon inasible de lo eterno,
jamás envidiarán nuestras almas
de aristas imperfectas.
Sólo el mármol frío conforma tristemente
su rígida condición orgánica.

Las estatuas buscan en cada generación humana
lo sensible de la mano que cinceló su forma.
Pero sólo encuentran década tras década, hombres
y corazones como piedras.



.

Qué pasa en tus ojos, mi querido poeta? Cómo consigues estas magníficas contemplaciones? Estos versos que conmueven.

Todo un gusto pasar por tu ventana

Abrazos y gracias por compartir

Me ha sorprendido gratamente este poema. Es como un registro diferente al que nos tienes acostumbrados. Me ha encantado
Abrazos
Pilar

Just Gafar escribió:Qué pasa en tus ojos, mi querido poeta? Cómo consigues estas magníficas contemplaciones? Estos versos que conmueven.

Todo un gusto pasar por tu ventana

Abrazos y gracias por compartir

Y eso me lo dices tú? Tus ojos son más sensibles que los míos atendiendo a la belleza de tus poemas. Pero agradezco de corazón tu generoso comentario.
Muchas gracia, querido amigo.
Un brazo.
J. Manuel

Pilar Morte escribió:Me ha sorprendido gratamente este poema. Es como un registro diferente al que nos tienes acostumbrados. Me ha encantado
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar. En realidad es un estilo similar al que tienen algunos poemas del libro ARIDO UMBRAL, el de la casa en venta, los muebles viejos... o el de los juguetes abandonados... Me encuentro agusto también en ese estilo no tan de prosa y narrativo.
Este poema me lo ha inspirado el trabajo en el libro que compartiremos. Tanto ver estatuas para su portada...
Muchas gracias, querida amiga.
Un abrazo.
J. manuel

Buen poema, josé Manuel. Hay personas que parecen estar hechas de mármol y no de carne. Me gusta esa reivindicación de la condición humana que es en definitiva reconocer lo transitorio y efímero de nuestras vidas. Enhorabuena y un abrazo.

Hola José Manuel.
Excelente poema en el que la comparación entre las estatuas y los hombres resulta muy significativa.
Como siempre, me ha encantado el tono coloquial del poema y la fuerza imaginativa de los versos. Me ha gustado mucho. Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Como siempre me ha gustado tu poema

Destaco

Las estatuas buscan en cada generación humana
lo sensible de la mano que cinceló su forma.
Pero sólo encuentran década tras década, hombres
y corazones como piedras

Un abrazo Manuel

Me inquieta
esa larga quietud de las estatuas.
Me parece que fuera
asomarse a un espejo
muy lejano y con manchas herrumbrosas.
Me perturba su gesto pensativo,
su sonrisa perpetua
o su rictus de eterna permanencia.
Soy yo la que está ahí, pero no estoy
como no permanezco en el espejo
si dejo de mirarlo...



Me ha llegado tu poema. Muy hondamente.
Un abrazo.
Pepa

Las comparaciones que haces sobre la condición humana, me parecen tan acertadas, porque a veces el hombre se olvida de sentir y se forma una coraza tan fuerte como la cal. Me ha gustado mucho, ha sido un deleite pasar a la orilla de tus letras.
Un abrazo
Gabriela

Ramón Carballal escribió:Buen poema, josé Manuel. Hay personas que parecen estar hechas de mármol y no de carne. Me gusta esa reivindicación de la condición humana que es en definitiva reconocer lo transitorio y efímero de nuestras vidas. Enhorabuena y un abrazo.

Gracias Ramón. Acertado tu comentario.
Un abrazo, un honor tus palabras.
J. Manuel

Tener tu mirada te otorga una fuente de inspiración permanente. Qué sana envidia me da.

Un abrazo.

Mario Martínez escribió:Hola José Manuel.
Excelente poema en el que la comparación entre las estatuas y los hombres resulta muy significativa.
Como siempre, me ha encantado el tono coloquial del poema y la fuerza imaginativa de los versos. Me ha gustado mucho. Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Gracias compañero. Un honor para mi tus palabras.
Abrazos.
J. manuel

Gabriel Vidal escribió:Como siempre me ha gustado tu poema

Destaco

Las estatuas buscan en cada generación humana
lo sensible de la mano que cinceló su forma.
Pero sólo encuentran década tras década, hombres
y corazones como piedras

Un abrazo Manuel

Gracias Gabriel por tu siempre amable presencia.
Un abrazo.
J. manuel

Un poema para releer y pensar a mi parecer, me dejó reflexionando,
Te quedó estupendo!
Un placer leerte,
Saludos