Editorial Alaire

Me perdí en las sombras de nuestras noches expuestas

quise ser estrella de tus miradas ocultas

pero descubrí tu sonrisa dulcísima entre el quicio de mi puerta...

desde entonces huyo del oro de tus palabras cargadas de emociones.

Migro sin mirar atrás creyendo que así abandonaré un triste palpitar

una asfixia permanente en mis entrañas...

Deja que mis manos cubran tus pies implorando perdón

solo soy un ave de presa arrepentida y pecadora

huye antes de que mi pesar turbe tus pensamientos entre llagas

sangrantes y desolación.

Deja que mi cuerpo se extinga entre brotes de miedo, llantos que se

alejan entre silencios.



A veces me falta el aire...

Respiro profundamente como si eso fuera a darme el último soplo de vida

Otras veces, pienso en lo frágiles que resultan mis pasos…

Cristalitos de formas caprichosas que vienen a morir a mis cansadas

sendas.

En la vida fácil que comparten tantas personas

En cambio yo... hundo mis pisadas en las profundidades de un tremedal

arrastrando mis vestidos llevándome todo a mi paso.

Una buena proposición de arrepentimiento que también es sentida. Un placer leerla.
Saludos.

Patricio Robledo escribió:Una buena proposición de arrepentimiento que también es sentida. Un placer leerla.
Saludos.

Muchas gracias amigo Patricio por estar en mis letras y ser tan generoso con ellas.

Saludos

Un gusto leer esta prosa poética, es hermosa. Saludos.

Armando del Río escribió:Un gusto leer esta prosa poética, es hermosa. Saludos.

Muchas gracias compañero por detenerte a comentar este pequeño escrito.

Un abrazo.

Te he leído tanto, que por momentos casi intuyo que vendrá en ese particular estilo de expresar el sentir que invaden tus maravillosas letras...pero sólo por momentos. Los finales siempre resultan sorprendentes, lleno de imágenes crudas o tiernas...eso sí, en slow.
Sabes cuanto te admiro, palabras más...palabras menos.
Mil caricias, amiga.
Abel.

Muchas gracias Abel, por tu fidelidad y por tu hombro que tanto necesito ahora.

Un beso enorme

Una buena propuesta de María Pilar Gonzalo. ¡Felicitaciones!

Me gusto mucho tu poema María Pilar. Impresionante en la fuerza de la entrega con se escriben y nacen los versos.

Todo un placer de lectura.

Bicos.

Deja que mis manos cubran tus pies implorando perdón
solo soy un ave de presa arrepentida y pecadora
huye antes de que mi pesar turbe tus pensamientos entre llagas
sangrantes y desolación.
Deja que mi cuerpo se extinga entre brotes de miedo, llantos que se
alejan entre silencios.

Magnífico poema, María Pilar, que se desenvuelve, como un boxeador crucificado, en las distancias más cortas.