Editorial Alaire

Luarca

Una fría tarde de enero
pienso en el fin de este camino,
y en una lámpara que se ve en lo alto,
sobrevolando el mar.

Abajo, el puerto mantiene su belleza:
los barcos lucen como estrellas en el agua,
se divisa la playa entre los prados
donde mi alma se baña libre y salvaje.

Justo allí,
de cara al horizonte,
ya sin tristeza, sin nombre,
me desvestiré del todo
y echaré mi barca a navegar.

Isabelmarina escribió:Luarca

Una fría tarde de enero
pienso en el fin de este camino,
y en una lámpara que se ve en lo alto,
sobrevolando el mar.

Abajo, el puerto mantiene su belleza:
los barcos lucen como estrellas en el agua,
se divisa la playa entre los prados
donde mi alma se baña libre y salvaje.

Justo allí,
de cara al horizonte,
ya sin tristeza, sin nombre,
me desvestiré del todo
y echaré mi barca a navegar.

Un saludo, Isabel. Me ha gustado mucho tu poema, esa evocación del paisaje asturiano que, por proximidad en la juventud (soy leonés) conozco bastante bien. En aquellos tiempos que andaba por Asturias y Avilés no es lo que hoy es, con los cambios espectaculares que se han producido, escribí un poema sobre su ría que todavía me gusta leer, aunque no lo publiqué nunca.
Un bello poema, como te dejo dicho, vestido de sencillez y ternura.
Salud

Isabelmarina escribió:Luarca

Una fría tarde de enero
pienso en el fin de este camino,
y en una lámpara que se ve en lo alto,
sobrevolando el mar.

Abajo, el puerto mantiene su belleza:
los barcos lucen como estrellas en el agua,
se divisa la playa entre los prados
donde mi alma se baña libre y salvaje.

Justo allí,
de cara al horizonte,
ya sin tristeza, sin nombre,
me desvestiré del todo
y echaré mi barca a navegar.

Isabel, inevitablemente el tìtulo me hizo buscar imàgenes de ese lugar, el fìsico, al que refiere tu poema.

El otro, que tambièn es fìsico pero se nutre de lo intangible de tu ser, se refleja en èl.

Me gustò mucho leerte, no sè si se es libre luego, supongo que uno deberìa sentirse libre aquì, aùn en la prisiòn del cuerpo. Un abrazo, Luna.-

Grandes recuerdos tengo de un verano en Luarca, me maravilló y aún canto de vez en cuando su canción: Ven a Luarca que es villa de ensueño...
En fin, que me gustó el poema, sobre todo la tercera estrofa
Abrazos
Pilar

Isabelmarina escribió:Luarca

Una fría tarde de enero
pienso en el fin de este camino,
y en una lámpara que se ve en lo alto,
sobrevolando el mar.

Abajo, el puerto mantiene su belleza:
los barcos lucen como estrellas en el agua,
se divisa la playa entre los prados
donde mi alma se baña libre y salvaje.

Justo allí,
de cara al horizonte,
ya sin tristeza, sin nombre,
me desvestiré del todo
y echaré mi barca a navegar.

Será porque el mar y yo somos
muy amigos. Un poema de paisaje, de frescura, de tonos.
De los que me gustan a fondo.

Bello isabel

abrazos.


lázaro.

Justo allí,
de cara al horizonte,
ya sin tristeza, sin nombre,
me desvestiré del todo
y echaré mi barca a navegar.

Bellos versos

Un beso Gabriel

Muy bonito tu poema, me gustó mucho.

Saludos