Editorial Alaire

Puedes mirar al permanente cielo,
fingir el breve pie que se tropieza
o la boca católica que reza
con gran recato y expresión de duelo.

Puedes fundir con la mirada el hielo
o hacer que nieve sobre mi cabeza
y que la nieve caiga de una pieza
como una losa de apagado vuelo.

Puedes encadenarme a tu sonrisa,
atarme en corto con tus ojos verdes
o darme cuerda para que ande un rato.

Puedes pisar por donde nadie pisa,
puedes perderte donde no te pierdes
o hallarme donde pierdes el recato.

A mí los sonetos siempre me impresionan. El tuyo me parece hermoso y acertado en su decir.
Abrazos
Pilar

Excelente soneto, Esteban, de corte clásico impecable. Te felicito. Un abrazo.
Mario.

Gracias, Pilar. Es bueno practicar con los sonetos para no perder la forma.

Un abrazo.

Esteban

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Gracias, Mario.

No sé, yo siempre tengo dudas acerca de mis sonetos (de mis poemas en general), así que agradezco mucho una opinión favorable tan autorizada como la tuya.

Un abrazo.

Esteban

Un soneto hermoso escrito con habilidad artesana, el lenguaje es actual y el ritmo variado, un gusto leerlo.
Saludos, poeta.

Gracias, Juan, por el positivo comentario que dedicas al poema. A veces, la rima nos pone en bandeja ciertas soluciones idóneas.

Un abrazo.

Esteban