Editorial Alaire

Minuta a la Sorolla —receta para horno izquierdo.

Tome un vello del sobaco de Trotsky y páselo setenta veces por un colchón de escamas de pez luna.

Corte la imaginación en julianas y póngalas perpendicular en la bodega del rayo.

Sacrifique la cría de un fantasma de la marea con una batidora eléctrica.

Siga las instrucciones de espalda a los glaciares para no sancochar la témpera vestal.
Asperje gotitas de mama del abismo hasta que las tinturas envainen.

Luego tome la sombra de una pajarera venezolana y macháquela a modo reivindicativo sobre una perla.

En la página del medio obligue cabeza abajo la yema de una sonrisa—de ser posible vernácula.

Ponga a baño crema el corazón de una serpiente de laguna y déle espasmo.

La salsa se consolida por almíbar sospechado, por laurel de piel rubia.

Dore en Sorolla lo que dura un adagio.

Y recuerde: jamás hierva branquias en mentol, es afrodisíaco.


Rafael Teicher

Sube para su lectura.

¡Magnífico!, Rafael.

Algo dífícil de llevar a la práctica, pero, desde luego, muy bien condimentado

¡Ah, cómo admiraba a Trotsky en mi juventud! El Profeta Desarmado, la Revolución Permanente (¡el concepto!, o "conceto", que diría nuestro secular Pepiño)... Producto de una época realmente turbulenta.

Uno no sabe qué destacar del texto,... tal vez, cada palabra.

Un verdadero placer,

Esteban

Agradezco tus recuerdos, tu emoción

un abrazo desde Buenos Aires

Rafael