Editorial Alaire

Sé que me hirió,
fue el verano en su esplendor. .
Tu presencia, su olor
el color de tu mirada,
tu cuerpo.

Me hirió sobre todo
tu nombre.
Hoy soy un gitano
por tus ojos,
perdido en su azul infinito,
que me araña, que me incita.

Mañana será una larga nostalgia,
un inmenso, un salvaje recordarte.

Hay miradas como puñales de muerte, que dejan una herida insalvable y permanente para recordarse siempre. Que preciosa manera la tuya de hacérnoslo saber. Te mando un abrazo.

Hermoso poema de amor, con un final que me ha gustado especialmente. Saludos cordiales.

También a mí me gustó especialmente el final. Un placer
Abrazos
Pilar

Hola Gabriel.
Un hermoso poema, amigo mío. Se palpa el amor entre sus versos.
Si hubiese que achacarle algo sería esa reiteración en la primer estrofa en la terminación "or":

Sé que me hirió,
fue el verano en su esplendor. .
Tu presencia, su olor
el color de tu mirada,
tu cuerpo.


Quizá...

Sé que me hirió,
fue el verano en su esplendor. .
Tu presencia, sus aromas,
la luz de tu mirada,
tu cuerpo.


Tal vez no suene tan musical pero si quedaría mejor técnicamente el poema evitando esas asonancias.
Es solamente una opinión. Abrazos.
Mario.

Alejandra Goerne escribió:Hay miradas como puñales de muerte, que dejan una herida insalvable y permanente para recordarse siempre. Que preciosa manera la tuya de hacérnoslo saber. Te mando un abrazo.

Hola Alejandra

Es un gusto tenerte aquí.

Es cierto hay ese tipo de miradas, esos nombres, acompañados de un verano que hieren

Un beso

Gabriel, la mirada es el reflejo del alma, de recuerdos de un amor que dolió, pero siempre podrás encontrarte en otros ojos y volver a nacer.
Abrazos
Gabriela