Página 1 de 1

Del sentido de la volición (Segundo cuaterno), parte II

Publicado: Mié, 05 Ene 2011 19:25
por E. R. Aristy
Quid luce fuit tenebris agit




Una forma de controlar el caprichoso péndulo de las sociedades, es absteniéndolas de conocimiento exacto. Sin embargo en la actualidad y al parecer, nadie se siente restringido, hay suficiente información y desinformación para mantenernos alelados por largo tiempo. No obstante, hay un hambre genuina en medio de la gula de nuestros tiempos, una verdad eminente y cardinal se necesita.

En la segunda mitad del segundo milenio se oficiaron las eras. En tiempo cronológico, el espacio de los últimos quinientos años. Su recapitulación se nos facilita ahora que contamos con el sistema binario. Cesaron las guerras de expansionismo pero no esa subyugación de la conquista. Nuevas guerras en campos de abstracciones le espera a la humanidad. Poseyendo la capacidad tecnológica de explotar al globo terráqueo y a la vez de armarnos con un arsenal de conocimiento. La escena mundial, para quienes estan vigilantes y para quien adormece en sus laureles, o simplemente por el hambre que padece le suplanta un escape, la era de la revelación se ha acercado.

Divago. Pero he aquí la experiencia que me ha lanzado a la médula del tiempo, y me ha puesto a caminar de rodillas en los atrios de las religiones.

Fue una prima noche, al regreso del estudio de grabación dirigido por Cisneros. Alrededor de las siete, me recosté a leer en lo que Juan venia.

Las letras se fueron subiendo una encima de la otra e ipso facto quedé dormida. La proximidad de una presencia me despertó de golpe y me encontré sometida a unos ojos imantados, sin esclerótica en cuestión de segundos escuché dentro de mi pensamiento la expresión que venia de aquella mente, ¿cómo así despiertas? y de inmediato arremetió con su frente contra la mía, una gran calentura me corrió por toda la cara, la sensación que sangraba provocó que mi cerebro se despertara , sintiéndome totalmente alerta, y en una milésima de segundo mi propia mente formó un mensaje de alarma, alguien se ha entrado a mi cuarto y me está atacando. Instintivamente de mis rodillas salió un vapor caliente y el salto que di fue un giro imposible de acrobacia desde mi posición a lo largo de la cama, boca arriba, de mis rodillas salía una fuerza caliente que me propulsara a sobrevolar mi cabeza, salto inverosímil durante el cual el rostro aquel no se despegó del mío, en un modo insólito caímos en la sala de pié, frente a frente. Semiconsciente de mi y a la vez poseída de una parte desconocida alterada de mi propia conciencia, mis brazos pegados al torso, las muñecas dobladas hacia arriba, las manos inmóviles pero en gesto de garras de gato, de los dedos una calentura salía y ahí a una franja de distancia el agresor estaba, simultáneamente al caer desde la cama a la sala de mi salio una vibración, una especie de alarido que se fue intensificando como un arma fónica, imposible de describir, fueron fracciones de segundos frente a ese estado alterado que fui y a ese intruso, a medida que mi voz emitía ondas pulsantes en un timbre hasta ese momento desconocido para mí, pude ver la figura completa del intruso, parecía un hombre mas bien pequeño, con una tez casi amarilla, sus ojos no eran humanos, eran como piedras perfectamente limadas, piedras de un ónice negro las cuales parecían ser su más obvia arma. Pude apreciar más sus magnéticos ojos, y sus pies que terminaban como las patas de un animal, una cabra o un caballo, en el segundo que se despegó de mi circulo habló una segunda vez, en modo telepático me dijo: no he terminado contigo, al tiempo que empezó a caminar en modo peculiar como en zigzag y yo inmóvil preservando la postura aquella de las manos abiertas con los dedos apenas curvados emitiendo aquellas ondas sonoras de un constante e intensa vibración, a medida que el agresor zigzagueaba en modo peculiar hasta el final de la larga sala sin despegar su mirada clavada directa en mis ojos, iba como si pudiera ver con el hombro izquierdo, directo al fondo, pero sin dejar de mirarme hasta que repentinamente se hundió en la pared que divide la sala y el comedor.

Han tenido que pasar tres decadas para llegar a este set de circunstancias que levantan la orden de mordaza a la que yo misma me sometí y empiezo por recordar a Sergio.

El deseo de Sergio, en su montaje del Gran Teatro, como todo artista consumado, era crear un surrealismo visual, una experiencia que se manifestara en los recesos más íntimos de la dimensión sensorial; retar la mitología del mar referencial del subconsciente. Su deseo, pretencioso, tal vez, era hacer al público partícipe, por medio de una alucinación colectiva, una especie de mesmerismo que les hiciera bucear al fondo del lenguaje puro del simbolismo. En cierta forma lo logró, adelantándose con su escenografía al Cirque Du Soleil. Resolvió magistralmente el reto teatral del personaje alegórico; al igual que en la confección de las artes marciales, se inspiró de los movimientos de los animales, y creó una especie de animal galáctico. Una quimera, mitad hombre y mitad animal, representando así la descabellada complejidad de "esa cosa" que es el mundo. Su atención por los detalles lo llevó a envolverse en todos los elementos de la escenografía, siendo lo obvio la puesta de escena: toda esa coreografía de los intérpretes que, si se logra su fluidez visual y conceptual, nos arresta en un epojé fenomenológico de la realidad de la obra, suspendiendo toda duda, y siendo pura interacción entre las realidades íntimas del espectador (quizás más allá del desenlace dramático, a proseguir a un dénouement ontológico).

Blá,blá,blá,blá…una cosa si es cierta, nada me convencía que "El mundo" debería llevar esa ridícula peluca. Por lo menos tuve la libertad de diseñar y aplicar mi propio maquillaje, lo cual aprecié, sobretodo después del “suceso” (que aunque no quiera, ni pueda, tendré en algún momento que volver a él y elaborar).



E. R. Aristy

re: Del sentido de la volición (Segundo cuaterno), parte II

Publicado: Jue, 06 Ene 2011 16:59
por Marta Núñez
Una muy grata lectura I y II.

Re: re: Del sentido de la volición (Segundo cuaterno), part

Publicado: Sab, 19 Feb 2011 12:38
por E. R. Aristy
Marta Núñez escribió:Una muy grata lectura I y II.

Gracias Marta, y mi disculpas por no ser esto realmente un relato "corto". Un fuerte abrazo.

Roxane

Publicado: Mié, 23 Mar 2011 21:16
por Teresa Ulloa
Un placer haberte leído los dos relatos, son amenos e interesantes. Felicitaciones y un abrazo.

Publicado: Mié, 13 Abr 2011 20:34
por Javier Dicenzo
Aristi me estoy reconciliando con la narrativa y mi objetivo es el relato corto asi que me gustaria que opinaras, tu texto me gusto, te adentras en pensamientos muy originales amiga y buscas tu lugar en el mundo con sus aspectos metafisicos y un toque de ambiguedad.
javier

Re:

Publicado: Lun, 16 Ene 2017 21:11
por E. R. Aristy
Teresa Ulloa escribió:Un placer haberte leído los dos relatos, son amenos e interesantes. Felicitaciones y un abrazo.

Gracias Teresa, me alegra que te haya parecido interesante y ameno este escrito. Recibe un abrazo, ERA

Re: Del sentido de la volición (Segundo cuaterno), parte II

Publicado: Vie, 20 Ene 2017 16:59
por Ramón Carballal
Un texto sugerente, original e inquietante. Me gustó mucho. Abrazos.