Editorial Alaire

A doce kilómetros de la Puerta del Sol
encuentro entre lodos
el paisaje inmortal del pasado,
un vistazo gris
a las sopas de cebolla,
al olvido...

Entretejen con envolturas de cobre
un nido eficaz para las ratas.
Simbiosis anormal en un cuento
donde las hadas huelen a humo,
y las princesas, adornan con manchas de barro
sus plumas y brillantinas.

Aún así, es impecable el ánimo,
si entornáramos los ojos parecería incluso
un canto a la libertad
en su pureza más extrema.

Y cuando llega la noche
se escuchan las risas, los mayores se unen,
-combaten el frío-
los niños, numerosos y calentitos,
viven los sueños de un Peter Pan comatoso,
donde Campanilla es un recién nacido
y el capitán Garfio se muere de miedo.

Llora el niño descalzo,
del mar de lodo,
del llanto cansino y la taza alzada
sólo pide agua.
Le miro con el brillo del sol invernal
en los ojos

incapaz de hacer nada.

Tan sólo a doce kilómetros
de la Puerta del Sol.

Un gusto leer este poema de historias urbanas que tienen un trasfondo de humanidad desolada. Loable trabajo de Madrid.
Saludos.

Israel Liñán escribió:A doce kilómetros de la Puerta del Sol
encuentro entre lodos
el paisaje inmortal del pasado,
un vistazo gris
a las sopas de cebolla,
al olvido...

Entretejen con envolturas de cobre
un nido eficaz para las ratas.
Simbiosis anormal en un cuento
donde las hadas huelen a humo,
y las princesas, adornan con manchas de barro
sus plumas y brillantinas.

Aún así, es impecable el ánimo,
si entornáramos los ojos parecería incluso
un canto a la libertad
en su pureza más extrema.

Y cuando llega la noche
se escuchan las risas, los mayores se unen,
-combaten el frío-
los niños, numerosos y calentitos,
viven los sueños de un Peter Pan comatoso,
donde Campanilla es un recién nacido
y el capitán Garfio se muere de miedo.

Llora el niño descalzo,
del mar de lodo,
del llanto cansino y la taza alzada
sólo pide agua.
Le miro con el brillo del sol invernal
en los ojos

incapaz de hacer nada.

Tan sólo a doce kilómetros
de la Puerta del Sol.

En Madrid, en el mundo Israel, nos acostumbramos a no mirar, y dejamos que nos embarullen con comerciales, con comercios y sus luces, con un reloj que nos marca la vida, y que jamàs late al ritmo de un corazòn.
Un abrazo para vos, Luna.-

Es un buen retrato de esas zonas marginales, tan cercanas y tan conscientemente olvidadas. Allí hay un mundo, quizá más humano y más auténtico que el nuestro. Me gustó el poema. Un abrazo.

Versos reivindicativos ante los que nadie debería volver la mirada. Un placer estar.
Un abrazo.
Pepa

Como tú Israel,
siempre contando lo de otros, como si fuera poco,
porque es poco cuando se tienen ideas como éstas en tu poema
llenas de magia.
Muy bueno amigo

abrazos

lázaro

Gracias a todos por vuestro paso y por la huella que con él dejasteis.

El gallinero es un poblado chabolista que está en Madrid, nos rasgamos las vestiduras ante las imágenes dolorosas e injustas con las que somos bombardeados en estas fechas, y lo cierto es que no quedan tan lejos.

Sé que un poema de este tipo puede resultar facilón, remover sentimientos utilizando la pobreza, los niños en fin, una serie de "clásicos" que dan en el centro exacto de nuestras conciencias, no era lo que pretendía.

Todo comienza con una visita por motivos laborales al poblado, y a la imagen de un gitanillo de unos dos años, desnudo de cintura para abajo llorando fuera de su casa con un tazón en la mano pidiendo agua. Lo tremendo es que estaba lloviendo, diciembre es un mes frío en la capital, y las calles del poblado son puro barro.

Bueno, no me enrollo más, gracias por los comentarios y un fuerte abrazo a todos.

Estos versos de denuncia son hermosos y necesarios, te aplaudo.
Un saludo.

Amigo Israel, es una gran obra tu poema, que de facilón no tiene nada. Los acontecimientos removieron tu esencia, y está bueno "vomitar" en tus inteligentes letras lo sentido. No es vulgaridad sentir. Lo vulgar es quien escribe ficción con el golpe bajo, sin siquiera haber visto alguna vez lo que a ti te ha desgarrado. No haber escrito este poema, hubiera sido una traición a tu sentir. Y que si hay temas gastados en poesía, uno de ellos es el amor puro, el no correspondido, etc. El caso es quien y de que manera lo expresa. Sólo eso. Hay un abismo entre el poeta, y el artesano de las letras.
Se de niños descalzos, maltratados por la injusticia que casi a diario me toca ver por mi profesión. Los poemas de denuncia son tan necesarios y tan nobles, que quienes se atrevieron han sufrido desde el exilio, hasta la carcel por ser poetas fieles a sus más puros ideales.
Te dejo mi admiración a tu talento, poeta.
Abel.

Israel Liñán escribió:A doce kilómetros de la Puerta del Sol
encuentro entre lodos
el paisaje inmortal del pasado,
un vistazo gris
a las sopas de cebolla,
al olvido...

Entretejen con envolturas de cobre
un nido eficaz para las ratas.
Simbiosis anormal en un cuento
donde las hadas huelen a humo,
y las princesas, adornan con manchas de barro
sus plumas y brillantinas.

Aún así, es impecable el ánimo,
si entornáramos los ojos parecería incluso
un canto a la libertad
en su pureza más extrema.

Y cuando llega la noche
se escuchan las risas, los mayores se unen,
-combaten el frío-
los niños, numerosos y calentitos,
viven los sueños de un Peter Pan comatoso,
donde Campanilla es un recién nacido
y el capitán Garfio se muere de miedo.

Llora el niño descalzo,
del mar de lodo,
del llanto cansino y la taza alzada
sólo pide agua.
Le miro con el brillo del sol invernal
en los ojos

incapaz de hacer nada.

Tan sólo a doce kilómetros
de la Puerta del Sol.

Israel, excelente, un poema suculento, de masa y hueso grande . Uno de los poemas mas conmoverores que he leido ultimamamente, escrito impecable, wow, mi admiracion y respeto, poeta.

Abrazos,
ERA

El poema es muy bueno, Israel, tanto en su vertiente lírica, como reivindicativa, y sobre todo, en cuanto tiene de descriptivo, algo que me parece muy difícil de lograr en poesía y que tú aquí consigues con una naturalidad que demuestra talento.

Un abrazo y enhorabuena.

Israel, me gusta mucho como mezclas la magia de las historias traspolándola a una realidad en la que vivimos. Marginamos y no solemos mirar a nuestro lado. Lo único real de esas historias mágicas es que sí existe "La tierra del nunca jamás" donde las esperanzas mueren a diario. Reflexivo poema. Saludos.

Editorial Alaire

-Balada del Gallinero (Madrid)-

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