Editorial Alaire

Él desciende las calles del olvido
hacia otra melodía de expansión,
donde la risa sea
el medio más idóneo para ser.

Se envuelve en la llovizna
y contempla las nubes, sin defensas,
en un martes cualquiera
de la ciudad dormida en sus fantasmas.

Y sale
a recorrer
la luz dispersa
en la sombra que cambia entre la bruma
hacia mundos que guardan un secreto.

Él se sabe tan libre en estas horas
que busca la sustancia de las plazas
en bares o letreros luminosos.

Arranca de sí mismo la desidia
y permite que todo sea amable,
hasta la incongruencia de la nada
o el latigazo abierto del termómetro
marcando cada vez un poco más
el frío entremezclado con el pánico.

Él posee farolas entre aceras
y nombres de avenidas y de parques.

Se bebe sin pensar el tiempo incierto
de la urbe prendida de alfileres
en el sonambulismo de su gente
o en el funicular de la nostalgia.

Él desliza sus dedos por parabrisas sucios,
en los coches que un día fueron sólo
lugares escondidos que habitar

y se agarra con fuerza a los momentos
extraviados en niebla
de los días,
más allá de ecuaciones o de incógnitas.


Ana Muela Sopeña

La soledad del paseante nocturno, la urbe como un territorio que entremezcla libertad y nostalgia. Creo que consigues retratar esas sensaciones como pocos pueden hacerlo. Me gustó el poema. Un abrazo.

Se saborea la noche y su silencio de la mano de tus versos hermosos. Todo un recorrido placentero. Precioso
Abrazos
Pilar

Es un placer verte enredado entre mis versos, Ramón.

Sí, he querido retratar las sensaciones de un hombre cualquiera en una ciudad nocturna, con sus coches, calles y avenidas. Esa sensación de soledad y de anonimato.

Un beso
Ana

Te digo de verdad, tu poesía ha pegado un subidón "de alucine", sus imágenes ganan en sugerencia y calidad poética verdaderamente envidiable

Esta estrofa, por ejemplo, me parece una maravilla.

Arranca de sí mismo la desidia
y permite que todo sea amable,
hasta la incongruencia de la nada
o el latigazo abierto del termómetro
marcando cada vez un poco más
el frío entremezclado con el pánico.

Biquiños, querida amiga.

[quote="Ana Muela

"Se bebe sin pensar el tiempo incierto
de la urbe prendida de alfileres
en el sonambulismo de su gente
o en el funicular de la nostalgia."

A mi me ha encantado esta estrofa.
Felicidades Ana y un abrazo.

interesante poema donde personificas bien a ese paseante bajo la lluvia.
javier

Hola Ana.
Hasta la tristeza de la soledad en una urbe la hacen parecer hermosa tus palabras, amiga mía.

Se envuelve en la llovizna
y contempla las nubes, sin defensas,
en un martes cualquiera
de la ciudad dormida en sus fantasmas.

Subrayar esta estrofa. Un abrazo.
Mario

Ana querida, he recorrido la ciudad de la mano de tu caminante nocturno, tan nítidas son las imágenes, transportan.

"Y sale
a recorrer
la luz dispersa
en la sombra que cambia entre la bruma
hacia mundos que guardan un secreto."

Bellísimo, Ana!

Besos.

Descriptivo y a la vez sugerente, una mezcla difícil de lograr, Ana. Han destacado distintas estrofas, yo me quedo con la totalidad, me parece un poema completo y muy bueno.

Abrazos.

Los sonidos de la ciudad, el olor de la llovizna en el asfalto mojado, las luces parpadeantes... todo te envuelve en el paso por tus versos. Un placer de paseo.
Un abrazo.
Pepa

Pilar me encanta que el poema te haya gustado.

Un abrazo grande, compañera
Ana

J.J., muchas gracias por estos alientos que me das. Ya sabes que los poetas siempre estamos buscando nuevas formas, metáforas e imágenes...

Un beso grande
Ana

Me encantó tu poema y las bellísimas metáforas que nos dejas en él. Aplausos.

Gracias, Marisa, por pasar y brindarme tu opinión.

Un abrazo
Ana