Página 1 de 1

poemas de un asesino 2

Publicado: Jue, 21 Feb 2008 1:58
por oscar alberdi sainz
[Planeo con sumo cuidado cada detalle de nuestro encuentro. No me puedo permitir dejar nada al azar como si se tratara de un momento fortuito preparado por un admirador deseoso de hacerse notar.
No anhelo permanecer más en tu retina que el instante en que tus ojos me miren oceánicos clavados en mi rostro, atónitos, desconcertados.
A la sorpresa he de sumar que nadie lo evite interrumpiendo nuestra intimidad.
Solos al fin los dos, tu intentando entender, yo, procurando atraerte a mi verdad.
Me preocupa elegir correctamente ese segundo sagrado en que tu vida definitivamente me pertenezca, en que serás mía para la eternidad y en que prometo no desfigurar tu belleza usando nada mas que mis manos detenidas sobre tu aliento hasta apoderarme de tu ultimo suspiro.
Luego, continuare mi camino sin que nadie me haya visto, tú, ya no temerás más.
Sé que te preguntaras por qué precisamente tú, como tampoco entenderás por qué lo tengo que hacer. Perdona esta confesión, pero otros ojos antes que los tuyos y a los que al principio me era imposible traducir su mueca creyendo que era únicamente pánico, se han empeñado en plantearme la misma cuestión como si la respuesta retrasara lo inevitable. Si hubieras cruzado la calle por otro punto, si no te hubieras entretenido frente a los escaparates iluminados en la oscuridad nocturna de una calle solitaria, si tus pasos no hubieran ido acompañados del eco de un taconeo constante que llamo mi atención para al girar mi cabeza descubrir que paseabas sola.
Eso provoca que dentro de mí crezca la necesidad ineludible de custodiarlos para que nadie que no sea yo interrumpa su serena cadencia.
Así, poco a poco, creyendo que van hacia la seguridad tediosa y rutinaria de su hogar te diriges inconsciente a la sorpresa de nuestro encuentro sin presentir detrás de ti el silencioso sigilo con que te persiguen los míos, fecundándote de un breve futuro con la mirada de cazador sin prisa por decidir el momento en que olvidar tus costumbres para iniciarme en conocer las de una nueva seleccionada.
No te arrebato nada que tarde o temprano vayas a perder y a cambio te regalo que no te vuelvas a preocupar jamás por nada.
¿Que saco yo de esto? Veo en que te empeñas en resistirte, en no plegarte a entender. Mejor harías en aceptar tu destino como a que yo seré la última persona por la que te debas inquietar.

Publicado: Jue, 21 Feb 2008 20:49
por Rafel Calle
Un texto sobrecogedor, amigo Oscar, que ha sido un placer leerte.
Efectivamente, parecen reflexiones de un profesional repasando minuciosamente su tarea.
Te mando un cordial saludo.