No sé hasta qué punto...
Publicado: Sab, 06 Nov 2010 12:27
Este poema ha sido modificado
Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
José Manuel Sáiz escribió:
No sé hasta qué punto
ahora me pertenece
(las cosas se van haciendo independientes poco a poco
sin una firme voluntad que las ampare).
Mi viejo banco de madera
no fue diseñado para permanecer inmóvil año tras año
a merced del sol y de la lluvia (posiblemente
hubiera sobrepasado la edad de mi propia vida
de no ser víctima, injusta, de la desidia).
Hace tiempo que olvidé reforzar sus estructuras;
barnizar su asiento, enderezar la herida
curva de su respaldo. No creo que este banco sobreviva
un invierno más en mi jardín.
Sobre la que un día
fue una sólida y firme consistencia, leí libros, escribí versos;
escuché la voz del viento (y en su silenciosa compañía
me sobrecogí mil veces ante la maravilla de una noche
estrellada de verano).
Pero todo en esta vida tiene un fin. Todo acaba
por desmoronarse.
He decidido dejarlo languidecer, tranquila... resignadamente,
como languidecen los toros en el campo o los purasangres
alejados del hipódromo.
Dudo que sus bases carcomidas aguanten impunemente
la indolencia de mi cuerpo, hoy, también cansado.
Y lo comprendo.
Por eso, cuando sus viejos travesaños no soporten
la gravedad de su propio peso, y se desplome
inerme ante mis ojos, será el escarabajo, el pájaro o el hongo,
los nuevos dueños de este banco, que siendo mío,
no me pertenece.
--oOo--
Daniela Miño escribió:Qué hermoso poema, José Manuel, tus paisajes siempre son únicos y especiales.
Un gusto leerte.
Te dejo un abrazote.
Aubriel Camila de la Prad escribió:José Manuel Sáiz escribió:
No sé hasta qué punto
ahora me pertenece
(las cosas se van haciendo independientes poco a poco
sin una firme voluntad que las ampare).
Mi viejo banco de madera
no fue diseñado para permanecer inmóvil año tras año
a merced del sol y de la lluvia (posiblemente
hubiera sobrepasado la edad de mi propia vida
de no ser víctima, injusta, de la desidia).
Hace tiempo que olvidé reforzar sus estructuras;
barnizar su asiento, enderezar la herida
curva de su respaldo. No creo que este banco sobreviva
un invierno más en mi jardín.
Sobre la que un día
fue una sólida y firme consistencia, leí libros, escribí versos;
escuché la voz del viento (y en su silenciosa compañía
me sobrecogí mil veces ante la maravilla de una noche
estrellada de verano).
Pero todo en esta vida tiene un fin. Todo acaba
por desmoronarse.
He decidido dejarlo languidecer, tranquila... resignadamente,
como languidecen los toros en el campo o los purasangres
alejados del hipódromo.
Dudo que sus bases carcomidas aguanten impunemente
la indolencia de mi cuerpo, hoy, también cansado.
Y lo comprendo.
Por eso, cuando sus viejos travesaños no soporten
la gravedad de su propio peso, y se desplome
inerme ante mis ojos, será el escarabajo, el pájaro o el hongo,
los nuevos dueños de este banco, que siendo mío,
no me pertenece.
--oOo--
José Manuel! Cómo duele este poema!
LLega hondo hondo hondo.
Besos, querido amigo, y mi admiración de siempre.
Ramón Carballal escribió:Como siempre una historia muy bien contada, en este caso la de un banco que ha compartido contigo agradables momentos. Enhorabuena y un abrazo.
Pilar Morte escribió:Podrías adentrarte en el mundo del cuento, pues siempre hay una historia sencilla pero hermosa en tus poemas. Un gusto seguirte
Abrazos
Pilar
Tristany Joan Gaspar escribió:Que bonito y que bueno este poema José Manuel.
Hablas dela vida, del ciclo de la vida conto da naturalidad.
Sería un poema muy didáctico para muchas escuelas.
a mi me he encantado.
Un fuerte abrazo
Joan
Josefa A. Sánchez escribió:En esta imagen del banco que se abandona parece que trasmutas la propia existencia que al final sera polvo y alimento de insectos. Cosas que se me vienen a la cabeza.
Un abrazo.
Pepa