Editorial Alaire

Hoy soy yo quien no tiene compostura.
Quien no sabe calzarte la medida.
Quien ha visto mas cosas en la vida
de cuantas sueña la literatura.


Hoy soy un desconchón en la pintura.
Un pestillo en la puerta de salida.
Una cuesta empinada. Una caída.
Un estorbo cualquiera. Una atadura.


Hoy soy eso que a nadie le apetece.
Una taza colmada de tristeza.
Una ciega, sin manos y perdida.


Un muerto que no tiene quien le rece.
El hueco del olvido en tu cabeza.
Un lobo aullando desde su guarida


Pepa

Hermoso poema, amiga Josefa, en forma de soneto que, en mi opinión, no tiene desperdicio.
Sinceramente, lo encuentro un buen trabajo, peculiar, por una composición versal que obliga a recitarla de una manera muy cuidadosa.

Veamos algunos pequeños detalles de tu bella obra:
El primer verso, a pesar de la profusión de antirrítmicos, me ha gustado, es rotundo en el mensaje y es premonición melódica.
Quizá el “hoy” de los siguientes versos podría obviarse, aun el "soy", como podrían sustituirse bastantes “una”, si, por ejemplo, quisiéramos aumentar la calidad del poema en base a enriquecer el discurso (desgraciadamente, el soneto consta de 14 versos de 11 sílabas, lo cual hace que aparezca la avaricia semántica). Por otra parte, los artículos indeterminados, obviamente, son menos rotundos que los determinados e incluso que el hecho de ausentarlos, por ejemplo: “la atadura”; o bien, “atadura”, sin artículos. En ambos casos resulta más rotundo.

Otro caso es que el ritmo depende mucho de la calidad semántica; por ejemplo: “hoy soy eso”, tres antirrítmicos, para no decir nada nuevo y tres sílabas para componer una imagen, metáfora o cualquier otro recurso que acompañe, refuerce, ligue, armonice; todo ello sin desdeñar la anáfora, por supuesto.

Desde luego, hablamos de otra opción, teniendo en cuenta que, a decir verdad, no soy capaz de verle la importancia real a cualquier especie de cambio o sugerencia respecto de una obra comentada, sencillamente, es más por abundar que por otra cosa.

De todas formas, siempre te he visto talento, tus decires son familiaridad hermosa, ciertamente, una cualidad muy aconsejable cuando se pretende transmitir… Llegas, luego, el resto no parece de lo más preocupante. En absoluto desdeñables son las aliteraciones que nos dejas por doquier, señal de identidad de un instinto poético de altura.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.

Un cordial abrazo.

Pepa, es un poema muy triste, muy duro, y esa cercanía que utilizas hace que esa desolación se transmita todavía con más fuerza, porque todos nos podemos ver en esas imágenes cotidianas.

Después del espléndido comentario que te regala Rafel, poco puedo decir desde mi ignorancia sobre la técnica poética, pero como lector puedo decirte que haces un enorme favor a la poesía medida y al soneto en particular al utilizarlo con esa natural actualidad y conseguir con él transmitir tanto.

Un abrazo.

Cuánta tristeza hay en estos versos y lo peor es que no hay resquicio de esperanza. Espero que sea pasajero.
Me ha gustado el soneto.
Abrazos
Pilar

Josefa A. Sánchez escribió:Hoy soy yo quien no tiene compostura.
Quien no sabe calzarte la medida.
Quien ha visto mas cosas en la vida
de cuantas sueña la literatura.


Hoy soy un desconchón en la pintura.
Un pestillo en la puerta de salida.
Una cuesta empinada. Una caída.
Un estorbo cualquiera. Una atadura.


Hoy soy eso que a nadie le apetece.
Una taza colmada de tristeza.
Una ciega, sin manos y perdida.


Un muerto que no tiene quien le rece.
El hueco del olvido en tu cabeza.
Un lobo aullando desde su guarida


Pepa

Aflora la tristeza en tu bello soneto.
Hay, lo que suelo llamarle dolor y me quedo meditando
sobre el :"
Hoy soy eso que a nadie le apetece.
Una taza colmada de tristeza.
Una ciega, sin manos y perdida".

Hubo en mí una gran resonancia.

abrazos Josefa


lázaro.

Josefa A. Sánchez escribió:Hoy soy yo quien no tiene compostura.
Quien no sabe calzarte la medida.
Quien ha visto mas cosas en la vida
de cuantas sueña la literatura.


Hoy soy un desconchón en la pintura.
Un pestillo en la puerta de salida.
Una cuesta empinada. Una caída.
Un estorbo cualquiera. Una atadura.


Hoy soy eso que a nadie le apetece.
Una taza colmada de tristeza.
Una ciega, sin manos y perdida.


Un muerto que no tiene quien le rece.
El hueco del olvido en tu cabeza.
Un lobo aullando desde su guarida


Pepa

Bello y triste poema. Soy nula en cuanto a metrica, solo puedo comentar en la hermosura de su contenido.

Un fuerte abrazo, Pepa.

Roxane

Impecable, Josefa; tanto medida, como acentuación y rima están exquisitamente cuidadas. Has resuelto muy bien, además, el problema de lectura al reducir, mediante la enumeración, cada verso a una frase, lo cual evita problemas de encabalgamientos. Lo dicho, un estupendo soneto que además del aspecto formal transmite con eficacia un estado de ánimo y las emociones que lo acompañan. Felicidades.
Salud.

Estupendo soneto digno de ser releído muchas veces, Josefa. Lo he disfrutado como he disfrutado los comentarios sobre todo el de Rafel, se aprende por aquí.
Besos.

Amigo Rafaél: te agradezco mucho el tiempo y el interés que has dedicado a mi humilde obra que sin duda no merecía tanto. Tus comentarios siempre son enriquecedores y seguramente les sacaría mas provecho si no fuese por mi limitada preparación, ya que en esto de los versos soy intuitiva y autodidacta y aun me queda mucho que aprender.
Tus elogios o tus criticas no pueden dejarme indiferente siendo como eres ejemplo de muchos.
Nuevamente gracias.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Ramón, por tus generosas palabras. Para mi la poesía es una cosa cotidiana que forma parte de la vida y del mismo modo se trasmite en lo que escribo (o eso intento)
Un abrazo.
Pepa.

Gracias, Pilar, por tus palabras. Este poema es de hace algún tiempo en el que viví un momento muy duro. Afortunadamente ya quedó atrás. Siempre es un placer tenerte en mi ventana.
Un abrazo.
Pepa

Veo que dominas perfectamente el difícil arte del soneto. Y me alegro por ello. El que nos muestras me parece excelente Josefa. Por la temática y por la calidad del mismo bien podría engrosar las páginas del libro de Alaire en ciernes... ¿te animas?.
Un abrazo.
J. manuel

El soneto es bellísimo, una gozada, Josefa. Muchas felicitaciones y besos, muchos.

Hoy soy eso que a nadie le apetece.
Una taza colmada de tristeza.
Una ciega, sin manos y perdida.


Un muerto que no tiene quien le rece.
El hueco del olvido en tu cabeza.
Un lobo aullando desde su guarida


Wowww amiga, me ha gustado muchísimo, cuántas veces pasamos por esos estados de animo, me ha encantado, te dejo mi abrazo emocionado.

Cecilia

Josefa A. Sánchez,

Eres la protagonista
la misma luz del alma
la creación del canto
y la voz que tiembla en el cielo...



hermoso poema, linda amiga

te felicito

Un beso fuerte