COSAS QUE PASAN -II-
Publicado: Sab, 02 Oct 2010 20:20
*
Sucede que, a veces, se me cae la vida
de entre las manos,
y, como es lógico, se hace astillas
afiladas, cortantes, y soy pasto
de un desaliento molesto
que me muerde en algún rincón
íntimo que alguna vez tuvo un ligero
tremor, apostaría que se llama corazón.
Pero (a qué engañar), de eso hace tiempo, mucho, creo.
En el presente (para qué mentir),
me pongo unos exquisitos guantes Forzieri del más suave cachemir,
me ajusto la corbata de Hermés, hago como que leo,
y con cuidadosa fingimiento -gesto adusto-
empujo ensangrentados despojos
-¿qué valor tienen, ya vencido, ya bruno?-
de sueños, esperanzas, antiguas apuestas, en el penumbroso
vacío bajo la alfombra de la indiferencia. Ahora, amigos,
decidme, por casualidad, queda a la venta, por ahí, donde sea,
algún regordete y cándido amorcillo,
un ruiseñor, alguna gerbera.
Andrés.
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Sucede que, a veces, se me cae la vida
de entre las manos,
y, como es lógico, se hace astillas
afiladas, cortantes, y soy pasto
de un desaliento molesto
que me muerde en algún rincón
íntimo que alguna vez tuvo un ligero
tremor, apostaría que se llama corazón.
Pero (a qué engañar), de eso hace tiempo, mucho, creo.
En el presente (para qué mentir),
me pongo unos exquisitos guantes Forzieri del más suave cachemir,
me ajusto la corbata de Hermés, hago como que leo,
y con cuidadosa fingimiento -gesto adusto-
empujo ensangrentados despojos
-¿qué valor tienen, ya vencido, ya bruno?-
de sueños, esperanzas, antiguas apuestas, en el penumbroso
vacío bajo la alfombra de la indiferencia. Ahora, amigos,
decidme, por casualidad, queda a la venta, por ahí, donde sea,
algún regordete y cándido amorcillo,
un ruiseñor, alguna gerbera.
Andrés.
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