Juan Fionello escribió:Merecidísimo el reconocimiento, Julio, por este poema universal y técnicamente virtuoso.
Un abrazo.
Gracias por tu valoración, Juan. Siempre un placer. Con un abrazo.
Salud
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Juan Fionello escribió:Merecidísimo el reconocimiento, Julio, por este poema universal y técnicamente virtuoso.
Un abrazo.
Mario Martínez escribió:Mi enhorabuena por esta distinción, amigo mío, vuelvo a leer el poema y realmente es muy hermoso. Un abrazo, Julio.
Mario.
Josefa A. Sánchez escribió:Enhorabuena por el merecido reconocimiento.
Un abrazo.
Pepa
jorge muñoz escribió:un poema hermoso y edificante. La intolerancia en uno de tendones de Aquiles de la humanidad que hay que luchar por vencer. La protagonista, es de las primeras que enseñaron que no debiera haber diferencias por motivo de sexo. Un abrazo y felicidad por la distinción.
José Manuel Sáiz escribió:Me alegro mucho por la merecida distinción otorgada a tan excelente poema. Te doy mi más sincera enhorabuena, Julio.
Un fuerte abrazo, amigo.
J. manuel
Gabriel Vidal escribió:Julio González Alonso escribió:
Hypatia de Alejandría.
Cuatrocientas y quince vueltas había dado el sol
desde la encarnación del verbo, ¡ay dolor!,
vástago de Teón de Alejandría, el sabio,
hija de los números
y la razón
y la filosofía.
En tu verbo la ciudad aprende,
en tus enseñanzas crece. Por el ágora en tu voz
a Ptolomeo se oye y acuden las estrellas a tu mano
rendidas
en la cita
con los astrolabios.
Impregando está la plomiza densidad del odio la túnica de tus asesinos
y a los ojos asoma el veneno de la ira; su razón de la fe
es sal en el agua
de tu fe de la razón,
por tu belleza incendiados los corazones, seducidas
por tu juventud las voluntades, Hypatia, ¡ay, mujer de hermosura
en la ancha libertad del mundo
tan grande como tu grave sabiduría!
Qué religión te persigue y alcanza con la furia de la muerte,
qué hombres temen la dulce insumisión de las olas
en los arenales de tus playas y alcanzándote
dan ignominioso fin
desatando en tu cuerpo la impotencia
de su espíritu bastardo.
Mas, decidme, ¡cómo cabe asesinar el aroma de las ideas,
la claridad de sus ojos,
la luz de la inteligencia alzada
sobre vuestro corazón de esclavos!
Cuatrocientas y quince vueltas había dado el sol
desde la encarnación del verbo, ¡ay dolor!
El crimen ensombreció las calles de Alejandría.
Ni una más fue necesaria.
Julio G. Alonso
Pintura de Charles William Mitchell
.
Bello trabajo que he disfrutado.
Un abrazo.
Marta Núñez escribió:Toda una lección tu bello texto.
Estimado poeta:Julio González Alonso escribió:
Hypatia de Alejandría.
Cuatrocientas y quince vueltas había dado el sol
desde la encarnación del verbo, ¡ay dolor!,
vástago de Teón de Alejandría, el sabio,
hija de los números
y la razón
y la filosofía.
En tu verbo la ciudad aprende,
en tus enseñanzas crece. Por el ágora en tu voz
a Ptolomeo se oye y acuden las estrellas a tu mano
rendidas
en la cita
con los astrolabios.
Impregando está la plomiza densidad del odio la túnica de tus asesinos
y a los ojos asoma el veneno de la ira; su razón de la fe
es sal en el agua
de tu fe de la razón,
por tu belleza incendiados los corazones, seducidas
por tu juventud las voluntades, Hypatia, ¡ay, mujer de hermosura
en la ancha libertad del mundo
tan grande como tu grave sabiduría!
Qué religión te persigue y alcanza con la furia de la muerte,
qué hombres temen la dulce insumisión de las olas
en los arenales de tus playas y alcanzándote
dan ignominioso fin
desatando en tu cuerpo la impotencia
de su espíritu bastardo.
Mas, decidme, ¡cómo cabe asesinar el aroma de las ideas,
la claridad de sus ojos,
la luz de la inteligencia alzada
sobre vuestro corazón de esclavos!
Cuatrocientas y quince vueltas había dado el sol
desde la encarnación del verbo, ¡ay dolor!
El crimen ensombreció las calles de Alejandría.
Ni una más fue necesaria.
Julio G. Alonso
Pintura de Charles William Mitchell
.