Julio Gonzalez Alonso escribió:No tengo inconveniente en suscribir lo que, en su día, dejé comentado sobre este poema que ha sido un placer releer:
Celebro esta composición por todo lo que tiene que me parece acertado y me gusta: la reinterpretación del mito de Diógenes, aquel buscador de almas en la mitad del día con un farol en la mano, en la cotidianeidad de hoy; la calidez de los versos aposentados en un tono moderadamente clásico, como corresponde al tema, y la coherencia del discurso lírico en una lectura sin trabas, sin titubeos. Enhorabuena.
Salud.
Julio, quiero agradecerte públicamente tus palabras de apoyo. Siendo aprendiz en todo, me identifico con el ciudadano común pero extraordinaire y sorprendente en su intuición. Ese es Diógenes cuyo valor cultural en su época fue retar a los que se llamaron expertos a sí mismos, filósofos que no tuvieron más remedio que encontrarse con el espectáculo lo ambulante que fue Diógenes. Un fuerte abrazo, ERA
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Para celebrar a Diógenes les comparto:
“Pasó un ministro del emperador y le dijo a Diógenes: ¡Ay, Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas. Diógenes contestó: Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador”
― Diógenes de Sinope