Editorial Alaire

El reencuentro



Se desmoronan las esquinas que guiaban mis pasos
por el sendero húmedo de charcos sin vida.
Lo inerte flotaba en la mirada más triste del viento
que sopla su adiós moviendo en la tierra sus ramas.



Una puerta chirría y se abre otra puerta en la espesura,
y una espalda empujada se adentra en un misterio de hojas
donde gimen los cantos de todas las bisagras de los bosques.



Y yo, como luna que añora su eclipse
me reencuentro mil veces con los grillos dormidos.





Rosario Alonso

*


Rosario, es una maravilla tu reencuentro. Hermosos versos. Me gustan tus finales...

Un fuerte abrazo


Spin

A la espera, siempre a la espera del empujón que nos inmerja en el misterio...

Profundos versos Rosario.
Esas puertas que rodean la vida, y que debemos traspasar
día a día.
Me gustó mucho leerte.

son reencuentros especiales, necesarios, personalmente
los grillos y su canturreon como si un mantra fuera me exhorta,
hacen que me conveza y reafirmen mis desatinos
y me lo perdono todo

y tu, Rosario, que bien lo has dicho,
me ha gustado especialmente el primer verso
todo un acierto para tus pasos

un abrazo poeta

.

Lourdes Spin escribió:*


Rosario, es una maravilla tu reencuentro. Hermosos versos. Me gustan tus finales...

Un fuerte abrazo


Spin

Gracias Lourdes. Otro abrazo enorme para ti.

Realmente hermoso este poema, Rosario. Dejas imágenes para no olvidar. Un abrazo.

Marcos Andrés Minguell escribió:A la espera, siempre a la espera del empujón que nos inmerja en el misterio...

A mí los misterios me encantan, sueño con descubrirlos jeje.

Muchso besos so primor.

Rosario Alonso escribió:El reencuentro

Se desmoronan las esquinas que guiaban mis pasos
por el sendero húmedo de charcos sin vida.
Lo inerte flotaba en la mirada más triste del viento
que sopla su adiós moviendo en la tierra sus ramas.

Una puerta chirría y se abre otra puerta en la espesura,
y una espalda empujada se adentra en un misterio de hojas
donde gimen los cantos de todas las bisagras de los bosques.

Y yo, como luna que añora su eclipse
me reencuentro mil veces con los grillos dormidos.

Rosario Alonso

Querida Rosario:

¿Y qué es posible hacer
cuando tu vida se queda sin esquinas,
sin puntos de referencia,
y sin sorpresas detrás de cada una?

¿Reinará para siempre
lo inerte y lo monótono?

Para evitarlo hay que abrir la puerta del misterio,
aunque algo chirríe dentro de ti,
y hay que penetrarlo
venciendo los miedos que te asolan
de encontrar ya muertos, no dormidos,
todos los grillos de tu mente,
y aún con el temor de no tropezarte con tu luna,
eclipsada para siempre.

Es un riesgo que hay que correr
si quieres seguir vivo,
después que ante tus pasos se hayan derrumbado
todas las esquinas sorprendentes.

Un abrazo agradecido,
por todo lo que me ha hecho decir tu elocuente poema.

.
.
Rosario, grata lectura me has proporcionado.

Un abrazo

Yolanda *yocaro*
.
.

Lila Manrique escribió:Profundos versos Rosario.
Esas puertas que rodean la vida, y que debemos traspasar
día a día.
Me gustó mucho leerte.

Mil gracias Lila. Muy acertada tu interpretación.

Un besazo

Alonso de Molina escribió:son reencuentros especiales, necesarios, personalmente
los grillos y su canturreon como si un mantra fuera me exhorta,
hacen que me conveza y reafirmen mis desatinos
y me lo perdono todo

y tu, Rosario, que bien lo has dicho,
me ha gustado especialmente el primer verso
todo un acierto para tus pasos

un abrazo poeta

.

Gracias Alonso. Un beso

Es una historia del momento, preciosamente poetizada. Esa búsqueda constante entre la espesura. Hoy los grillos duermen, seguro llegará el reencuetro donde canten. Repetitivamente... precioso lo tuyo Rosario. Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Realmente hermoso este poema, Rosario. Dejas imágenes para no olvidar. Un abrazo.

Gracias Ramón, muchas gracias.

Besos

Creo que en este poema se oye claramente tu voz poética. La plurisignificación (o polisemia, que dicen otros) de cada una de las metáforas, leídas por separado, va perdiendose a medida que se concreta el significado global del poema. Es como mirar un óleo de cerca o de lejos. Si te aproximas y miras solo una pincelada, esta puede parecer bella y evocarte mil cosas; y así, todas las demás. Pero, si te retiras, cada pincelada cobra un significado precisamente por su vinculación con las demás: entonces aparece a la vista "el cuadro". Ese "cuadro" es tu poema, fruto de la conjunción armónica de muchas "pinceladas" poéticas. Y se percibe también claramente el estilo, eso que llamé voz, dotado de una personalidad irrepetible.

Bueno, creo que me enrollé mucho. He querido decir que me gustó.

Un beso, prenda.