Pequeñitos actos de ausencia
Publicado: Vie, 27 Ago 2010 20:31
Eins...
Estirado con el silencio de los secretos.
Rotando con palabras en un naufragio contemplativo.
Como flotando desde los labios de Julia Roberts,
el amor sale de su madriguera cada mañana
solo para descubrir que la ausencia le crece a flor de piel.
Zwei...
Cada olvido igual de agotado que toda semblanza impune.
Todo intento tímido de ser, que nos deja secos en la escala
más inferior de nosotros mismos. Cuando la ausencia
no quiere saber nada de otro comienzo y entonces:
nos apresuramos a hablar de estaciones
que nos quedaron congeladas entre las manos y antiguas lágrimas.
Drei...
La vida esta volteada en otro hemisferio y ceñida en otras bocas.
Los brazos tibios que perdimos mientras entonábamos
canciones de ausencia, ya nunca nos reclaman.
Vier...
Los dedos del desaliento nos empujan seguramente
al borde de otra hora más fracturada.
La soledad arde de ruido hasta que la tarde se queda inmóvil.
(incendiada pero inmóvil)
Los pájaros rojos de la ausencia nos remiten toda la memoria
a los pliegues de un periódico cuidadosamente doblado
sobre un banco de una plaza de Bolívar donde nunca hemos estado.
Funf...
Pero como un regalo el amor sobrevivirá
y encontrará las razones para permanecer intacto
como la franja más interior en el corazón de los hombres...
Estirado con el silencio de los secretos.
Rotando con palabras en un naufragio contemplativo.
Como flotando desde los labios de Julia Roberts,
el amor sale de su madriguera cada mañana
solo para descubrir que la ausencia le crece a flor de piel.
Zwei...
Cada olvido igual de agotado que toda semblanza impune.
Todo intento tímido de ser, que nos deja secos en la escala
más inferior de nosotros mismos. Cuando la ausencia
no quiere saber nada de otro comienzo y entonces:
nos apresuramos a hablar de estaciones
que nos quedaron congeladas entre las manos y antiguas lágrimas.
Drei...
La vida esta volteada en otro hemisferio y ceñida en otras bocas.
Los brazos tibios que perdimos mientras entonábamos
canciones de ausencia, ya nunca nos reclaman.
Vier...
Los dedos del desaliento nos empujan seguramente
al borde de otra hora más fracturada.
La soledad arde de ruido hasta que la tarde se queda inmóvil.
(incendiada pero inmóvil)
Los pájaros rojos de la ausencia nos remiten toda la memoria
a los pliegues de un periódico cuidadosamente doblado
sobre un banco de una plaza de Bolívar donde nunca hemos estado.
Funf...
Pero como un regalo el amor sobrevivirá
y encontrará las razones para permanecer intacto
como la franja más interior en el corazón de los hombres...