Observaciones del vuelo
Publicado: Mar, 24 Ago 2010 17:37
1.
Se querían encima de la noche.
Ella era los mejores días del invierno
y él un libro incompleto
sin ningún lector.
Todos los relojes
restaban sus horas,
se detenían números
sobre la mesa,
lloraban los oficinistas
como si toda la semana
fuese un lunes trágico.
2.
Él la inventó aérea,
como esas drogas curativas
que te elevan los sentidos
una, dos
y más veces.
Ella, desnuda entre la niebla,
lo apuntaba con un revólver,
prometiéndole llevarlo al cielo.
3.
Él era menos malo
sólo con
y por
ella.
Decía que sus ojos
eran un espejo
donde la lluvia
caía inmensa
y azul,
una fotografía precisa
de lo que los más exigentes
llaman felicidad.
4.
Ella arrastraba sus alas
todas las mañanas en que el sol
quería dispararle
en la frente
los dolores que nadie más podía sentir.
Ícara perdida dentro de la ciudad,
sin encontrarse ni encontrarlo.
5.
Él no creía en los ángeles,
en las almas gemelas
ni en las promesas hechas
enredados en las sábanas.
Sólo creía en los ojos de ella,
subversiones infalibles
que transmitían electricidad.
6.
Nadie jamás los vio juntos.
Sus vuelos escapan
de la mirada del mundo,
como sucede con las cosas más transparentes.
Se querían encima de la noche.
Ella era los mejores días del invierno
y él un libro incompleto
sin ningún lector.
Todos los relojes
restaban sus horas,
se detenían números
sobre la mesa,
lloraban los oficinistas
como si toda la semana
fuese un lunes trágico.
2.
Él la inventó aérea,
como esas drogas curativas
que te elevan los sentidos
una, dos
y más veces.
Ella, desnuda entre la niebla,
lo apuntaba con un revólver,
prometiéndole llevarlo al cielo.
3.
Él era menos malo
sólo con
y por
ella.
Decía que sus ojos
eran un espejo
donde la lluvia
caía inmensa
y azul,
una fotografía precisa
de lo que los más exigentes
llaman felicidad.
4.
Ella arrastraba sus alas
todas las mañanas en que el sol
quería dispararle
en la frente
los dolores que nadie más podía sentir.
Ícara perdida dentro de la ciudad,
sin encontrarse ni encontrarlo.
5.
Él no creía en los ángeles,
en las almas gemelas
ni en las promesas hechas
enredados en las sábanas.
Sólo creía en los ojos de ella,
subversiones infalibles
que transmitían electricidad.
6.
Nadie jamás los vio juntos.
Sus vuelos escapan
de la mirada del mundo,
como sucede con las cosas más transparentes.