Editorial Alaire

Tengo el alma cautiva
de ti, de tus reproches,
igual que un carcelero
preso de sus cadenas.

Quisiera que los dioses
me hubieran otorgado
el don de hallar lo eterno
distante de tu vida.

Pero sigues aquí,
de la ausencia el origen,
peregrina sin nombre
en tierra de exterminio.

Y en vilo permanezco,
mitad luz, mitad sombra,
buscando algún destino
donde no fueses nunca

propósito excluyente de existencia.


Manuel M. Barcia


http://unembrujodefuego.blogspot.com/

Y en vilo permanezco,
mitad luz, medio sombra,
buscando algún destino
donde no fueses nunca

propósito excluyente de existencia.

Un gran final Manuel.

Saludos

Y si no cabe, pues lo dejas aquí, es una joya, lo sepas.
Opino como Israel, el final, una gozada.

( El rey es tonto ¿para qué le sirve tanto rango si sólo puede avanzar de uno en uno? Habremos de inventar un nuevo tablero y darle la opción, al menos de hacer moto-cross)

Cuando uno se siente atrapado
es cuando quiere safarse
y no puede , entonces recurre al verbo y salen bellos versos.

muy buenos Manuel

Israel Liñán escribió:Y en vilo permanezco,
mitad luz, medio sombra,
buscando algún destino
donde no fueses nunca

propósito excluyente de existencia.

Un gran final Manuel.

Saludos

Me alegra que te guste, Israel. Gracias por levantar el poema de los humedales de la nada...

Un abrazo
Manuel

También a mí me gustó sobre todo la última estrofa. Un placer
Abrazos
Pilar

Hola Manuel.
A mí también me gusta el poema, es bello en su simplicidad y muy rítmico en sus versos.
Sólo quería apuntarte un par de cosas que creo podían mejorarlo:

Tengo el alma cautiva
de ti, de tus reproches,
igual que un carcelero
preso de sus cadenas (debieras cerrar el verso con un punto en todos los cuartetos)

Quisiera que los dioses
me hubieran otorgado
el don de hallar lo eterno
distante de tu vida

Pero aún sigues aquí, (son heptasílabos y este verso tiene 8 sílabas, suprime aún)
de la ausencia el origen,
peregrina sin nombe
en tierra de exterminio

Y en vilo permanezco,
mitad luz, medio sombra, (quedaría mejor:"mitad luz, mitad sombra", aún repitiendo.
buscando algún destino
donde no fueses nunca

propósito excluyente de existencia.


Manuel M. Barcia




Un abrazo, amigo mío.

Mario.

Concha Verónica Vidal escribió:Y si no cabe, pues lo dejas aquí, es una joya, lo sepas.
Opino como Israel, el final, una gozada.

( El rey es tonto ¿para qué le sirve tanto rango si sólo puede avanzar de uno en uno? Habremos de inventar un nuevo tablero y darle la opción, al menos de hacer moto-cross)

Hablando de joyas, ¿sabías que Villajoyosa tuvo sus primeros pobladores en la Edad de Bronce?...

El caso es que la Vila Joiosa, no es "joyosa" por joya, sino que en valenciano significa Villa Alegre, y es uno de los espacios más preciosos de la Marina Baja, y tienen un plato tradicional, un arroz con judías al horno, que está de joyoso que te mueres...

Pues eso, quizá esté mi destino en Villajoyosa como propósito excluyente de existencia...

Gracias por tus cálidas palabras, Concha



(a mi rey ya le he puesto un monopatín, para que se deslice en los mates majestuosamente...)

lazaro Habana escribió:Cuando uno se siente atrapado
es cuando quiere safarse
y no puede , entonces recurre al verbo y salen bellos versos.

muy buenos Manuel

No podría resumirlo mejor, Lázaro.

Gracias por tu huella en estos versos
Manuel

Pilar Morte escribió:También a mí me gustó sobre todo la última estrofa. Un placer
Abrazos
Pilar

Gracias por tus cálidas palabras, Pilar. Me alegra que te guste.

Un abrazo
Manuel

Seguro que tiene sitio en el libro pues se trata de un buen poema. Me ha gustado leerlo. Unha aperta, Manuel.

Me parecen tan coherentes y oportunas tus sugerencias, que no he dudado ni un instante en aportar las correcciones al poema.

Gracias, Mario, por tu detenida lectura y por las magistrales atenciones al despistado que suscribe.

Un abrazo, amigo.
Manuel

Ramón Carballal escribió:Seguro que tiene sitio en el libro pues se trata de un buen poema. Me ha gustado leerlo. Unha aperta, Manuel.

Gracias por las páginas de ti en mi existencia, Ramón.

Unha aperta
Manuel