Editorial Alaire

Ni gaviotas, ni sal, ni marejadas,
ni arenas que bañar, ni litorales,
no existen negros fondos abisales
ni tempestades calmas disfrazadas.

Aquí no encuentras velas desplegadas,
ni peces que pescar, porque no hay tales,
ni arrecifes henchidos de corales,
ni playas al bullicio destinadas.

Lo que sí podrás ver entre el paisaje
es su verde cambiar a un oleaje
que el viento danzarín mueve consigo

en la llanura extensa y ondulada
donde flota la espuma ya espigada
de un silencioso y bello mar de trigo.



Mario.

Gotas hermosas de un azul poético y elegante, querido Mario. Imagino declamar este poema, frente al atlántico, con una copita de amaretto y un sol complaciente!

Enhorabuena y un abrazote,

Hallie

¿Ves ? los que yo digo, ¿acaso no son mares los trigales?
¿Qué decir de las amapolas que los surcan?
¿Y si encima está como soneto ¿que hacemos mi buen amigo Mario?

De momento, un abrazo, en azules (es que yo estoy en la costa, ya sabes)

El soneto es precioso y un magnífico homenaje a la poesía clásica.
Saludos.

Siempre me produjo la impresión que describes tan bien. Precioso soneto
Abrazos
Pilar

Hermoso soneto, querido amigo Mario, que, según tu costumbre, se lee de forma muy grata y llegadora.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Gracias Hallie.
Ya ves, amiga mía, los de tierra adentro nos tenemos que conformar con esos "mares".
Un fuerte abrazo.
Mario.

Yo, que como murciano he tenido siempre cerca el otro mar, y he padecido el turismo de sol y playa, me identifico sin embargo con estos otros mares que describes en este magnífico soneto, y de hecho los busco siempre que puedo (gracias al turismo rural hoy se puede navegar por los mares trigales.)
Me encantó.

Un abrazo, Mario.

Esa imagen del trigo que se mece con el viento como si fuera una ola has sabido transcribirla a un hermoso poema. He disfrutado con la lectura. Un abrazo.

en la llanura extensa y ondulada
donde flota la espuma ya espigada
de un silencioso y bello mar de trigo.


Bello soneto, bellísimo!
Me encanta esa imagen
de tu mar de trígo...
Magia!
Un beso, querido Mario
Maria Lua

Lo leo, Mario, y lo hago sin rupturas, sin apercibirme de lo estricto de las leyes que al soneto incumben. Lo leo con la suavidad con que retrata a ese mar que hace suyo y que, con su permiso, también hago mío. La mar, siempre la mar...

Gracias por su creatividad poética, compañero.

Saludos.

Hola Concha.
¿Ves como yo también tengo mis mares, compañera?
No son como los tuyos, aunque de vez en cuando me quito la morriña de los reales, como pasado mañana en que lo veré en todo su explendor de azules. Me voy a la playa.
Un abrazo.

Mario.

Gracias Susana, Un fuerte abtazo, amiga mía.
Mario.

Mario Martínez,

bellísimo soneto, querido amigo

un abrazo fuerte

Precioso soneto, Mario, donde vas arrojando la luz necesaria para iluminar ese final "terrestremente" bello.

Un verdadero placer, cruzarme contigo en Alaire, amigo.

Ya nos leeremos. Abrazos.