
Cómo al mirar la piedra
buscas mi corazón
pero descubres una casa ardiendo
con las puertas calladas;
ya no te invocan los pasillos ni las sábanas y tu voz no se oye
ni tus palabras hallan la arcilla de mis sienes;
quizá tu vientre exacto
precise de la geometría de la fidelidad,
tu garra hambrienta no conoce el sueño de la tarde
y come de todos los adanes la fruta más prohibida;
nos grita dios y la conciencia
mientras mi sangre reverdece en tus pecados.
El hombre indefinido.
Fragmento Inspirado en el video clip de Davide Matanza DESTRUCTION
.