Editorial Alaire

Un poco de erotismo
nunca viene mal en las salas
de espera de los ferrocarriles,
ni en las aburridas constelaciones oficiales,
en donde nada brilla
sino el verbo aprendido de los líderes.

Un poco de erotismo, el sacrificio erótico,
el ritual del beso, de la copa encendida,
pueden acompañarnos sin desdoro
y ser parte del día o de la noche,
dejando en el desprecio de la sombra
los saberes del dómine
o el perfume marchito de la rosa.

Un poco de erotismo, un poco de esa llama
que llevamos prendida,
marcada en nuestra sangre
y que no retrocede
aunque caigan los años y los días
en nuestro mar finito, silencioso.

Un poco de erotismo puede ser
nombre nuestro y nuestra esencia sola,
coronada de luces.

Juan, pues , incluso no veas lo bien que estaría un poco de erotismo en la salas de espera de los trenes, a más de uno se le pasaría de largo.
Creo que debiamos hacer una propuesta para conseguirlo. Este poema, es una "pasada", te lo aseguro, parece como si fuera algo así... banal, pero es algo todo lo contrario.
Esta vez desde el mismo San Juan, un abrazo.

Juan,

pues yo estoy en desacuerdo con Concha. Un poco de erotismo está bien siempre y en todo lugar. Incluso, incluso, apurando mucho hasta en la cama.

Me gustaron tus versos, Juan

un abrazo.

Desde el título, absolutamente genial, hasta el último de los versos, has construido un poema de esos que dejan un espléndido recuerdo en el lector, Juan. Y estoy de acuerdo contigo y con Pablo, aunque este último quizá es demasiado radical (erotismo en la cama, a dónde vamos a llegar).

Un abrazo.

Un poco de erotismo puede ser
nombre nuestro y nuestra esencia sola,
coronada de luces.

Erotismo es magia, es vida!
Seductor tu poema, Juan!
Me gusta mucho!
Un beso
Maria Lua

MARIA LUA: Gracias por el mensaje. No siempre hay que escribir en plan metafísico, de vez en cuando conviene tomarse alguna libertad agradable. Un beso.

JUAN FIONELLO: Gracias por el mensaje. Este poema puede provocar referencias divertidas, pero es bueno también echar mano de lo lúdico que tanta falta nos hace. Gracias por tus palabras sobre el poema. Un abrazo.

CONCHA VERÓNICA: A veces el verano nos recuerda que nuestro mayor dolor es la soledad, ese continuo paso por el desierto. Pero bueno, luego viene el mar y se lleva todos esos malos pensamientos. Imagina la soledad de la RAE, con señores vestidos perfectamente. Gracias por tus palabras. Desde San Juan.

Pues yo estoy de acuerdo tanto con Concha como con Pablo. Me gustaría encontrarme con la tesitura de quedarme en la sala de espera del ferrocarril o dejar pasar el tren. Todo es cuestión de preferencias. Trenes pasan a todas horas. El erotismo es una magia que a veces nos sorprende donde menos lo esperamos.
También estoy de acuerdo con Concha en que este poema habla de cosas más profundas.
Mi enhorabuena Juan.
Un abrazo.
J. manuel

El erotismo mueve a la humanidad y nos ha hechop sobrevivir, así que cuánto le debemos. Me gustó el poema.
Abrazos
Pilar

PILAR MORTE: Amiga Pilar: gracias por tus palabras. Somos un producto de Eros, aunque sea otro dios el que nos ponga en la hoja roja (Miguel Delibes). Las academias, sean de lo que sean, siempre necesitan aire nuevo y nuevos horizontes. Bueno, vale. Un abrazo.

JOSE MAUEL SÁIZ: Te agradezco el mensaje y estoy de acuerdo, lógicamente, contigo. Porque a veces el tren es seco y árido y nadie nos espera en la estación término. Un abrazo.

PABLO VALLADOLID: Muy simpático tu mensaje. Gracias y hasta pronto. Un abrazo.

Con un lenguaje coloquial y tan sugerente recito su poema con la musicalidad suave de una sinfonía. El mensaje me llega como un gran remedio aun para los sitiales más tristes, quizás el erotismo nos despierte en cualquier situación y en casi cualquier momento.

Ha sido muy grato estar en su poema, Juan.

Gracias.

Hola Juan V.

Erotismo en todas partes amigo mío, es la sal de la vida, otra cosa es la "porno", solo adecuada donde debe de estar. Me encantó la frescura del poema. Un abrazo, amigo mío.
Mario.