Editorial Alaire

Patrias, cuidad del sueño párvulo.
La sangre derramada no alcanza ningún mar.
No habrá peligro, hijo.

Carne de marioneta,
hombre lanza jeringas,
jefe de piel en llamas.

Levanta!

La invocación callada definirá los blancos,
el juego de las gulas
y las fronteras rojas.

Del mercado de cuencas y temores
cada vientre se escarcha con bautizos de sangre.
Sacramentos vencidos alzan limbos de azufre.
Un dios bautiza por la patria,
por cada hijo mártir
y por el misil muerto.

La noche llega a golpes.
Los explosivos duermen en cámaras de plomo.

Madres, celad de cada alba.
El niño y el misil se quieren dar la mano.
Dejad dormir al mundo,
escuela de las guerras
de informes y uniformes.

Me ha gustado mucho tu poema, llega y atormenta. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:Me ha gustado mucho tu poema, llega y atormenta. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Muchas gracias Pilar por tu comentario.
Me alegra mucho cibirlo y saber que te ha gustado.

Besos y abrazos

Joan

Joan me encantó el poema con ese aire a lo "Nostradamus" pero con ideas muy reales, lo que es terrorífico.

Un abrazo.

Israel Liñán escribió:Joan me encantó el poema con ese aire a lo "Nostradamus" pero con ideas muy reales, lo que es terrorífico.

Un abrazo.

Muchas gracias Israel.
Me alegro mucho de recibir tu comentario.
Un fuerte abrazo

Joan

Al principio creí que contraponías las madres y las patrias. Después he pensado que las identificas, sobre todo en ese final de enorme fuerza (lo que más me ha gustado del poema, sin desmerecer al resto). Veo aquí un nuevo registro (uno más), y me encanta ver que te mueves muy bien por distintos temas y tonos, sin perder el estilo.

Un fuerte abrazo, Joan.

Juan Fionello escribió:Al principio creí que contraponías las madres y las patrias. Después he pensado que las identificas, sobre todo en ese final de enorme fuerza (lo que más me ha gustado del poema, sin desmerecer al resto). Veo aquí un nuevo registro (uno más), y me encanta ver que te mueves muy bien por distintos temas y tonos, sin perder el estilo.

Un fuerte abrazo, Joan.

Muchas gracias Juan por tu interesante comentario.
Empece hablando de guerras personales y luego extrapole la situación a otras guerras infinitamente más dolorosas.
Me alegro que te haya gustado.

Un fuerte abrazo

Joan

Madres, celad de cada alba.
El niño y el misil se quieren dar la mano.
Dejad dormir al mundo,
escuela de las guerras
de informes y uniformes.

Cuántas verdades en tu
poema!
Me encanta la fuerza de
tu palabra, querido Joan...
Besos/beijos/petons
Maria Lua

Hola Tristany.
Pintas una realidad realmente siniestra (¿o es que realmente es así?), oscura, tétrica, desangelada.
Pero la forma de pintarla me ha gustado. Un abrazo, compañero.
Mario.

Maria Lua escribió:Madres, celad de cada alba.
El niño y el misil se quieren dar la mano.
Dejad dormir al mundo,
escuela de las guerras
de informes y uniformes.

Cuántas verdades en tu
poema!
Me encanta la fuerza de
tu palabra, querido Joan...
Besos/beijos/petons
Maria Lua

Muchas gracias María.
Me alegro mucho que te haya gustado.

Beijos, Petons

Joan

Mario Martínez escribió:Hola Tristany.
Pintas una realidad realmente siniestra (¿o es que realmente es así?), oscura, tétrica, desangelada.
Pero la forma de pintarla me ha gustado. Un abrazo, compañero.
Mario.

Muchas gracias Mario.sí es siniestra esa realidad que pinté.
Me alegro que te haya gustado.

Un fuerte abrazo
Joan

Tristany Joan Gaspar escribió: *
La noche llega a golpes.
Los explosivos duermen en cámaras de plomo.

*
El niño y el misil se quieren dar la mano.
Dejad dormir al mundo,
escuela de las guerras
de informes y uniformes.

Lo que queda claro es el desastre de la guerra, de cualquier guerra y con la munición que sea. Tal vez sea posible -algún día- evitar estos dolores y sólo se use su nombre como metáfora del crimen contra los humanos. No sé.
Salud.

Madre. Patria. Dos palabras tremendamente hermosas que deberíamos pronunciar más a menudo. Hay que olvidad viejos prejuicios y decirlo bien claro, bien alto MADRE. PATRIA.

mi fuerte aplauso Joan

[quote="Tristany Joan Gaspar"]Patrias, cuidad del sueño párvulo.
La sangre derramada no alcanza ningún mar.
No habrá peligro, hijo.

Carne de marioneta,
hombre lanza jeringas,
jefe de piel en llamas.

Levanta!

La invocación callada definirá los blancos,
el juego de las gulas
y las fronteras rojas.

Del mercado de cuencas y temores
cada vientre se escarcha con bautizos de sangre.
Sacramentos vencidos alzan limbos de azufre.
Un dios bautiza por la patria,
por cada hijo mártir
y por el misil muerto.

La noche llega a golpes.
Los explosivos duermen en cámaras de plomo.

Madres, celad de cada alba.
El niño y el misil se quieren dar la mano.
Dejad dormir al mundo,
escuela de las guerras
de informes y uniformes.[/quote]

me parece muy bien definida la constitución de las vertientes que se pretenden yuxtaponer, el modo de hacer desparalelo hasta el cruce de la advertencia, los mecanismos de enlace y acercamiento hacen que el lenguaje surrealista termine un una cruda realidad a modo de advertencia final y exhortación . No obstante la realidad sigue siendo empeñándose en ser surrealista a pesar de la advertencia y el exhorto. Me gusta el juego inteligente del dueto patrias/madres, es un disfrute. Un fuerte abrazo. Sergio.

Todo es un polvorín de temporales. Angustia y violencia.
De eso se trata. Que bien, Joan, queda plasmado en tus versos. Enhorabuena y hasta una proxima entrega.
Saludos
angel