A LA DERECHA DEL ROBLE (para el libro)
Publicado: Vie, 23 Jul 2010 15:57
Dedico la positividad de este poema a Javier Dicenzo.
“No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo”.
(A la izquierda del roble. Mario Benedetti)
A LA DERECHA DEL ROBLE
no sé si alguna vez lo han pensado ustedes
pero llegar a ver la luz donde aparentemente
sólo hay sombra es una virtud que depende
fundamentalmente de una cosa que uno se sienta
serenamente en paz consigo mismo
aquel año olvidé las flores
que siempre me acompañan cuando voy a verla
por eso al emprender mi viaje
pensé hacerle un ramillete con aquellas cosas
que me ilusionaran por el camino
llevarle un manojo de sentimientos
que aliviaran de alguna forma
lo endémico de su amargura
de un andén
recogí por ejemplo el pañuelo de un soldado
que partió a la guerra
de la carpa de un circo
recuperé un globo que salió volando
de las manos de un payaso
de un jardín nostálgico
rescaté a un escarabajo que luchaba
patas arriba a los pies de un árbol
y a un gato que estaba triste y azul
le ofrecí acompañarme un rato
para que pudiera escapar de su rutina
y con mi manojo de desventuras
me dirigí ilusionado hacia su casa
a medio camino al pasar junto a un estanque
tropecé con un niño que entre tanto adulto
bostezaba de aburrimiento
y sin pensarlo ni un segundo le dí
el globo y mi cariño
a un ratón colorado y sin amigos
le presenté al gato que estaba triste y azul
y al minuto se fueron ambos
de paseo por el barrio
el escarabajo me pidió que por favor
le dejara patas abajo en el Jardín Botánico
a ser posible a la derecha de un roble
donde un poeta con bigote a su izquierda
escribía versos para enamorados
cuando por fin llegué a su casa
de mi desventurado ramo sólo quedaba
el pañuelo del soldado que dijo adiós
es tan triste tu regalo me dijo
tan grande es mi desencanto
que hubiera deseado cualquier otro presente
que no hablara de ausencias ni desventuras
siempre fuiste un inconsciente
¿no sabes regalarme lo que regala todo el mundo?
un poema de Benedetti por ejemplo
o una canción de Roberto Carlos
o una película de Audrey Tautou
o un viaje en tren a cualquier parte menos a la guerra
o tus flores amarillas de siempre
pero un pañuelo olvidado en un andén
no eso no
quise contarle
lo feliz que hizo mi ramillete de cosas tristes a un niño
que ahora tiene un globo entre las manos
y a un ratón colorado
que presume en el barrio de tener amigos
y a un gato que estaba
triste y azul por culpa de un desengaño
y que hoy está feliz sólo azul y otra vez enamorado
quise explicarle
cómo un escarabajo se entretiene ahora
escuchando en el Botánico los versos de un poeta
a los pies de un árbol
pensé decirle que el pañuelo del soldado lo recogí
expresamente para ella
y que si un día aquel pañuelo dijo adiós quizá no vuelva
no me olvides
ahora decía entre sus manos hola se acabó la guerra
por fin estamos juntos
pero callé mis labios cogí el pañuelo
y me marché
no sé si alguna vez lo han sentido ustedes
pero cuando la amargura y el desencanto
se instala en los corazones de aquellos que no aciertan
a ver la luz sobreviene en los alrededores un invierno
tan frío y desapacible
que resulta imposible la vida
por eso ella se quedó
por eso
yo me fui
--oOo--
Este es otro viejo poema que escribí como homenje a Benedetti y al que he cambiado alguna palabra para adaptarlo mejor a la temática del libro, aunque siempre trató de lo endémico de la desilusión y el desencanto de algunas personas. Es un poema al que le tengo mucho cariño. Espero que los promotores del libro permitan al menos su evaluación. Muchas gracias.
“No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo”.
(A la izquierda del roble. Mario Benedetti)
A LA DERECHA DEL ROBLE
no sé si alguna vez lo han pensado ustedes
pero llegar a ver la luz donde aparentemente
sólo hay sombra es una virtud que depende
fundamentalmente de una cosa que uno se sienta
serenamente en paz consigo mismo
aquel año olvidé las flores
que siempre me acompañan cuando voy a verla
por eso al emprender mi viaje
pensé hacerle un ramillete con aquellas cosas
que me ilusionaran por el camino
llevarle un manojo de sentimientos
que aliviaran de alguna forma
lo endémico de su amargura
de un andén
recogí por ejemplo el pañuelo de un soldado
que partió a la guerra
de la carpa de un circo
recuperé un globo que salió volando
de las manos de un payaso
de un jardín nostálgico
rescaté a un escarabajo que luchaba
patas arriba a los pies de un árbol
y a un gato que estaba triste y azul
le ofrecí acompañarme un rato
para que pudiera escapar de su rutina
y con mi manojo de desventuras
me dirigí ilusionado hacia su casa
a medio camino al pasar junto a un estanque
tropecé con un niño que entre tanto adulto
bostezaba de aburrimiento
y sin pensarlo ni un segundo le dí
el globo y mi cariño
a un ratón colorado y sin amigos
le presenté al gato que estaba triste y azul
y al minuto se fueron ambos
de paseo por el barrio
el escarabajo me pidió que por favor
le dejara patas abajo en el Jardín Botánico
a ser posible a la derecha de un roble
donde un poeta con bigote a su izquierda
escribía versos para enamorados
cuando por fin llegué a su casa
de mi desventurado ramo sólo quedaba
el pañuelo del soldado que dijo adiós
es tan triste tu regalo me dijo
tan grande es mi desencanto
que hubiera deseado cualquier otro presente
que no hablara de ausencias ni desventuras
siempre fuiste un inconsciente
¿no sabes regalarme lo que regala todo el mundo?
un poema de Benedetti por ejemplo
o una canción de Roberto Carlos
o una película de Audrey Tautou
o un viaje en tren a cualquier parte menos a la guerra
o tus flores amarillas de siempre
pero un pañuelo olvidado en un andén
no eso no
quise contarle
lo feliz que hizo mi ramillete de cosas tristes a un niño
que ahora tiene un globo entre las manos
y a un ratón colorado
que presume en el barrio de tener amigos
y a un gato que estaba
triste y azul por culpa de un desengaño
y que hoy está feliz sólo azul y otra vez enamorado
quise explicarle
cómo un escarabajo se entretiene ahora
escuchando en el Botánico los versos de un poeta
a los pies de un árbol
pensé decirle que el pañuelo del soldado lo recogí
expresamente para ella
y que si un día aquel pañuelo dijo adiós quizá no vuelva
no me olvides
ahora decía entre sus manos hola se acabó la guerra
por fin estamos juntos
pero callé mis labios cogí el pañuelo
y me marché
no sé si alguna vez lo han sentido ustedes
pero cuando la amargura y el desencanto
se instala en los corazones de aquellos que no aciertan
a ver la luz sobreviene en los alrededores un invierno
tan frío y desapacible
que resulta imposible la vida
por eso ella se quedó
por eso
yo me fui
--oOo--
Este es otro viejo poema que escribí como homenje a Benedetti y al que he cambiado alguna palabra para adaptarlo mejor a la temática del libro, aunque siempre trató de lo endémico de la desilusión y el desencanto de algunas personas. Es un poema al que le tengo mucho cariño. Espero que los promotores del libro permitan al menos su evaluación. Muchas gracias.