Editorial Alaire

Lléname del rocío que escupe tu falo desbocado,
cubriéndome de silencio,
pero antes,
que sean palas tus palabras y me lleven
a la isla de los pájaros sedientos,
que tu boca alimente la simiente
que, muda, siembro en el altar de los cobrizos.
Empuja tu pubis y déjame caer
en un abismo lácteo de estrellas.

Lléname de quebrantos y sonidos inconexos.
Que se curve mi cuerpo como arco y que te lance
todos los gritos que llevo ocultos desde niña.
Sé la espada que atraviese el arcón de mis miedos.
Y bésame,
bésame,
bésame tanto que llenarte pueda
de espasmos y de vientos.

Y luego,
luego llena mi ego lavando los platos
que se agolpan en la mesa.

Delicioso. No sabremos nunca lo que se cuece al "otro lado", pero este final tuyo deja entrever algo de ello. O como dice el dicho: "Obras son amores...."

Un abrazo.

Ignacio,

cierto, nunca lo sabremos, pero me gusta el juego...

Un abrazo, compañero.

Erotismo puro con un final pragmático, así es la vida
Abrazos
Pilar

Pilar,

gracias por tu visita.

me ha encando, y ese final...

aplausos

.

Alonso,

un placer tu visita.

Muy buena está visión desde el otro lado y un cierre muy muy especial y discutible pero con el que de entrada me reído mucho.
Lo de la visión del otro lado también es discutible, porque eso del falo desbocado tiene mucha gracia, mucha ironía encerrada.
Me ha gustdo leerlo y decir también que veo que tú eres un prolífico poeta que te mueves en muchos registros.

Un fuerte abrazo

Joan

Tristany Joan Gaspar,

me alegro de la risa, compañero.

un abrazo.

Y bésame,
bésame,
bésame tanto que llenarte pueda
de espasmos y de vientos.

Erótico y mágico!
Original tu viaje al otro
lado del sexo...
Besos, querido Pablo
Maria Lua

Maria Lua,

gracias, querida. El erotismo, como dicen en otro poema por aquí, siempre tendria que estar presente.

un beso