Editorial Alaire

Llegan los niños con sus banderas azules.
Puedo elegir la calles sin patio, la ruta arbolada,
la más quimérica del marfil. Persigo los cálices sin memoria,
el cuchicheo de los bares eternamente vacíos, el dulzor
de las almendras en una sonrisa de alba.
Día de brasas y fuego, mi reflejo huye del cristal,
mis ojos llueven como pájaros sobre la plaza y su delfines.
Fachada de agujas imperiales que se eleva
hacia el prodigio de ser símbolo, misericordia, dulzura.
Y dentro los dorados, la plata, la canción del creyente
que se arrodilla ante su sueño de abrazar el pálpito,
los cuerpos cansados que ya no hacen sombra en las losas,
las lenguas que agrian el murmullo de la paz y la renuncia.
Yo me alejo de su poderosa fiereza (me mido en la espada,
en las pupilas encarnadas del santo) y busco el calor
de los tubos celestiales que en la fragilidad del coro
apaciguan mis venas ahítas de locura. ¡Es tan sencillo admitir
el hueco de una mano, respirar el incienso que baja
como una nube de caridad y perdón! En los confesionarios
extrañas aves hablan aún más extraños idiomas,
escupe una cámara su plegaria mientras un rocío de flores
deja abrevar sus pétalos en las bocas calcinadas.
¿Por qué mis pasos suenan estériles como una pregunta
sin calor ni verdad? Existe un sueño perfecto
en los rostros de las imágenes, como un navío que despliega
su velamen de sal el enorme edificio parece viajar
hacia su huella roja. Las bóvedas, los capiteles, los vidrios
perfumados, las ojivas pulidas por el fervor y la mágica
luna, ¡tantas son las señales, tanto el pudor que mi corazón niega!
En la inquieta desnudez de la policromía vestigios de un tiempo alado
escriben rosas de aire. Ya no temo la luz que se filtra como una lengua
en mi sed.

Ramón, tengo el honor de "inaugurar" tu poema.
Tus imágenes son hermosísimas (sé que te lo dije un montón de veces, no puedo evitar repetirlo), no subrayo nada porque quedaría subrayado todo el poema.
Los tres últimos versos son maravillosos.

Besos y mis aplausos.

Prosa poética, oh ahora si que me envuelven y desnudan el alma vuestros contextos. Me gusta apreciar las catedrales, pero odio entrar en una je, diría nada personal.

La descripción muestra otra faceta, y eso es revelante. En este mundo, por supuesto el de las metáforas.

Sigue...sigue invandiendome con versos como estos compí.

Saluti!

Hola, Ramón.
Tan sólo he estado una vez en Santiago y en su Catedral, amigo mío, pero mientras me iba deleitando con la belleza de tus versos, me parecía volver a verla a sentir su magnitud y su presencia.
Me encantó leerte. Abrazos, compañero.
Mario.

Hola Ramón.
Que curioso poema. Digo curioso porque parece que te apartas de tu estilo para desarrollar tu poema dentro de un estilo completamente realista.
Eso para nada ha quitado la belleza y la fuerza de tu poesía que como siempre también se manifiestan en el poema.
Me ha gustado muchisimo. Es un poema muy emocionante,

Un fuerte abrazo

Joan

contundentes letras y un cierre cargado de fuerza y confianza en uno mismo

"Ya no temo la luz que se filtra como una lengua
en mi sed".

te felicito Ramón, siempre es un placer leerte

(decir que el Año Jacobeo me ha acompañado en algunas ocasiones, me casé en 25 de julio domingo, y he alcanzado la Plaza del Obradoiro en tres ocasiones que recorrí el Camino, pero aún no conseguí llegar al Obradoiro en 25 de julio. habrá que esperar).

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Aubriel Camila de la Prad escribió:Ramón, tengo el honor de "inaugurar" tu poema.
Tus imágenes son hermosísimas (sé que te lo dije un montón de veces, no puedo evitar repetirlo), no subrayo nada porque quedaría subrayado todo el poema.
Los tres últimos versos son maravillosos.

Besos y mis aplausos.

Muchas gracias, Aubriel,por tus amables palabras. Un beso.

Nos has hecho sentir la magia y tu búsqueda. Como siempre un disfrute con tus versos. Aplausos
Abrazos
Pilar

Yo no creo que sea prosa poética, je, aunque tampoco tendría nada de malo... Pero, por una vez, sólo le pongo una pega (al poema, no a ti, je)... Creo, no lo sé, que se leería mejor si separases de algún modo las estrofas... A mi parecer necesita cierto aire o respiro en la lectura... Por lo demás, como siempre genial... y, también como siempre, generoso, ofreciéndonos esa mirada tuya tan especial sobre la vida, sobre las cosas...

Besote, Ramón.

Carmen

Wilmer Uzcátegui escribió:Prosa poética, oh ahora si que me envuelven y desnudan el alma vuestros contextos. Me gusta apreciar las catedrales, pero odio entrar en una je, diría nada personal.

La descripción muestra otra faceta, y eso es revelante. En este mundo, por supuesto el de las metáforas.

Sigue...sigue invandiendome con versos como estos compí.

Saluti!

Te agradezco la lectura y el comentario, Wilmer. Un abrazo.

Digno poema para una obra maravillosa, la catedral de Santiago. Un gusto leer tan hermosa y original descripción.

No es prosa poética, sino un poema en verso multimétrico, lo que se podría llamar verso libre retórico mayor, además, bien estructurado y tremendamente descriptivo desde una apreciación muy original. Por otro lado, coincido con Carmen, sería igualmente un poema y podría ser igual de bueno, si fuese prosa poética, pero no lo es. Los encabalgamientos bien pertrechados, que son una constante del autor, a pesar del verso largo y precisamente por ello, hablan de maestría versal. Luego, cada verso tiene vida propia, es en sí mismo un poema, algo que no ocurre en la prosa poética, porque no puede admitir la pausa versal sin perder el sentido de lo que se está leyendo. Son técnicas diferentes, sólo eso.
En fin, creo que es un gran homenaje a la seo de Santiago.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, es muy hermoso.
Un fuerte abrazo, amigo Ramón.

Mario Martínez escribió:Hola, Ramón.
Tan sólo he estado una vez en Santiago y en su Catedral, amigo mío, pero mientras me iba deleitando con la belleza de tus versos, me parecía volver a verla a sentir su magnitud y su presencia.
Me encantó leerte. Abrazos, compañero.
Mario.

Gracias, Mario, yo he estado muchas veces y nunca me canso de visitarla. Un fuerte abrazo.

Tristany Joan Gaspar escribió:Hola Ramón.
Que curioso poema. Digo curioso porque parece que te apartas de tu estilo para desarrollar tu poema dentro de un estilo completamente realista.
Eso para nada ha quitado la belleza y la fuerza de tu poesía que como siempre también se manifiestan en el poema.
Me ha gustado muchisimo. Es un poema muy emocionante,

Un fuerte abrazo

Joan

Si, es un poema algo diferente a los que suelo escribir. Gracias, Joan, por la lectura y el comentario. Un abrazo.

... ocurre que aun describiendo sabiamente esa casa llevaría muchísimo rato, un poema que podría consumir todos los alientos pero no la belleza emitida en él, cual es el caso; dado que la conozco, parece, Ramón, que algunas de las cosas las hubiese ido reconociendo mientras a la par que eran cantadas; ay, pero también esa impronta natural del poeta acerca del fondo contemplado, esa nota ahíta de ee intimidad del que canta, contempla y transmite; estupendo, Ramón, mis saludos; Orión