Editorial Alaire

No rompas este amor,
tú me dijiste tan lúcida de estrellas.

Porque tus manos sabían de la consagración,
del alba abierta al mar,
de la caricia fresca sumergida en las aguas.
Porque te habías vivido toda,
entera, en esa tarde que tú llamabas fuego,
y era rosa y jazmín
y roja luz de julio.

Pero yo no te oía,
absorbido en el himno más vacuo
y vacío de aquellos castrati ante los ídolos.

Juan,

me gusta porque me permite ver esa dualidad de percepciones que a menudo no vemos, no nos damos cuenta. A menudo pensamos, a la ligera naturalmente, que el mundo es como nosotros lo vemos, como lo percibimos nosotros y no nos entra en la cabeza ningúna opción más.

Cometemeos, una y otra vez el mismo error. Y en esa percepción basamos nuestros conocimientos y nuestras reflexiones. ¡ y cuantas veces no nos obcecamos en esa realidad que es únicamente nuestra !

un placer trastear entre tus versos, Juan.

un abrazo fuerte, compañero.

Gran poema, Juan, de hermoso timbre lírico en la que se vive con apremio el lugar del amor y, tal vez, las ocasiones que dejamos escapar. Muy bella recreación envuelta en una música cantada sugerida que llega casi a escucharse.
Salud.

Me ha encantado como se ofrece a tus ojos, luz y fuego, aunque tú anduvieses un poco despistado. Un placer
Abrazos
Pilar

JULIO GÓNZALEZ ALONSO: Como siempre, eres bienvenido a esta tu casa o chabola (según se mire). Gracias por tu mensaje, que agradezco de verdad. Un abrazo.

PABLO VALLADOLID: Te agradezco tus palabras. El poema ha sido en cierto modo una liberación emocional. Un abrazo.

PILAR MORTE: Has leído el poema, has mandado un comentario y has sabido ver perfectamente cuánto había debajo del texto. Con lectoras da gusto escribir. Un abrazo. ¿Has leído lo que pienso sobre la edición de un libro colectivo? Hasta pronto.

Hola Juan.
A menudo tenemos las cosas tan al alcance de la mano, se nos hace tan rutinario poseerlas que sólo nos damos cuenta de su necesidad cuando las perdemos.
Me gustó tu poema, amigo mío. Un abrazo.
Mario.

MARIO MARTÍNEZ: Gracias por las palabras que dedicas a mi poema. Nace directamente de una experiencia. Un abrazo.

Un poema muy curiosoJuanm que sólo por el hehco de ser tan original ya hace que lo leas una vez más y es entonces cuando descubres nuevos matices que lo convierten en un gran poema

Me ha gustado mucho

Un fuerte abrazo

Joan

Amigo Tristany: Te adradezco tus palabras y te diré además que lo escribí desde lo hondo, huyendo un tanto de la retórica y preceptivas literarias. Aunque tuve que pulirlo. Un abrazo y mi agradecimiento.

Se siente esa liberación emocianal de la que hablas Juan. Por eso el poema llega hondo a los sentidos. Un poema de un lirismo precioso.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Todo el poema estremece; esta estrofa es inmaculada y exquisita:

"Porque tus manos sabían de la consagración,
del alba abierta al mar,
de la caricia fresca sumergida en las aguas.
Porque te habías vivido toda,
entera, en esa tarde que tú llamabas fuego,
y era rosa y jazmín
y roja luz de julio. "


Ah y este final eriza la dermis poética:

"Pero yo no te oía,
absorbido en el himno más vacuo
y vacío de aquellos castrati ante los ídolos."


Ese vacio de castrati influencia la pulsión del verso y deja una emoción invicta a flor de piel!

Enhorabuena y gracias por compartir belleza, Juan.

Hallie

JOSÉ MANUEL SÁIZ: Con mucho gusto te tengo que agradecer el mensaje y cuanto dices en él. Un abrazo muy cordial.

HALLIE HERNÁNDEZ: Recibo con mucho gusto tu mensaje y me alegra que el poema te haya agradado. A veces nos olvidamos de ese amor o de esa belleza que tenemos delante, porque estamos perdidos en otra cosa. Un beso.