Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió:Dos poemas magistrales, Ramón. La habitación que emigra de sus paredes para salpicar rastros de Ser y la vuelta que muerde los dedos y la memoria. Compactos, rítmicos, puros.

Aplausos enormes y un beso grande, poeta.

Hallie

Ramón Carballal escribió:HABITACIÓN 27

Predomina el negro como en un lienzo triste.
Una ventana que no es una ventana. La silla
baja y su furia azul, los espejos doblados,
la luz muda tras el dintel. Apetecen horas
con barbillas de plástico. Cuando llegue la noche
volarán cigüeñas. En el terror de la música
una franja de caramelo como un río de lápices.
Desde aquí se siente el latir de los pasillos,
su reloj de linfa. Habitación 27 en tu párpado
oscuro.


HACIA LA ESTACIÓN

El aire parece meditar sobre la piedra como un verso o una lágrima.
Dejo la recortada memoria de un país de agua, de viento,
de luces blancas. Él me lleva en su auto de acero y sangre,
ella ha olvidado el rezo que aprendió siendo niña.
La ciudad se abre en abanico como una esposa ciega.
Vuelvo a los trenes, a su desvarío de relojes despedazados.
Me guía la sombra de un pájaro que no puede volar.

Pilar Morte escribió:Como siempre, es un disfrute seguir tus versos. No defraudas cuando nos lleva a través de tu mundo onírico
Abrazos
Pilar

Ramón Carballal escribió:HABITACIÓN 27

Predomina el negro como en un lienzo triste.
Una ventana que no es una ventana. La silla
baja y su furia azul, los espejos doblados,
la luz muda tras el dintel. Apetecen horas
con barbillas de plástico. Cuando llegue la noche
volarán cigüeñas. En el terror de la música
una franja de caramelo como un río de lápices.
Desde aquí se siente el latir de los pasillos,
su reloj de linfa. Habitación 27 en tu párpado
oscuro.


HACIA LA ESTACIÓN

El aire parece meditar sobre la piedra como un verso o una lágrima.
Dejo la recortada memoria de un país de agua, de viento,
de luces blancas. Él me lleva en su auto de acero y sangre,
ella ha olvidado el rezo que aprendió siendo niña.
La ciudad se abre en abanico como una esposa ciega.
Vuelvo a los trenes, a su desvarío de relojes despedazados.
Me guía la sombra de un pájaro que no puede volar.

Tristany Joan Gaspar escribió:Excelente los dos poemas Ramón.
Y hay como una continuidad en ellos.
Me imagino el primero como con cierta tensión, con versos más cortos y sincopados dando cierta imágen de ansiedad. Es como esa ansiedad de despertar en mitad de la noche en la habitación de un hotel. El segundo es mas relajado, con versos más largos, reflexivos y expositivos de un paisaje mucho más tranquilo y de una situación de salida,
Sales de ese lugar, partes hacia otro sitio más tranquilo que el que ofrecías en esa habitación.

Un fuerte abrazo

Joan