CREDO-GUÍA PARA CAPTAR A POTENCIALES INSUMISOS (tablaI)
Publicado: Jue, 01 Jul 2010 15:28
Desconocerse a sí mismo con minucioso rigor,
sin sentimiento de apego ni relación contractual
todas las horas del día.
No anhelar la santidad si hay que redimir pecados.
Llevar consigo un pais para poder acudir
en un posible destierro,
donde crezcan por sus calles amapolas,
aún en tiempos de escasez,
sin sentimiento de culpa.
Ser destino sin consigna.
Consignarse en desatinos.
En caso de desangrarse por una herida de ausencia
poner presto un torniquete
si es posible más esbelto y pasional.
Saber que toda verdad encierra una tiranía.
Desligarse de añoranzas; sólo es un nido de excusas
y un espejismo falsario de un deslumbre emocional
melancolioso y falaz para insolventes poetas.
No darle más relevancia a los milagros de Dios
que a todos los consumados por el genio de la lámpara.
Ser paradigma y doctrina de todo lo transmutable.
Caer en la tentación para librarnos del mal,
si atenerse a razones.
No sacralizar el canon, lo bello es la paradoja.
Copular con la dialéctica e inseminar un espectro
que alumbre una nueva tesis más retorcida y siniestra.
No temer la cuchillada del sílex de un duro invierno.
Perseguir la libertad
aún a riesgo de alcanzar a una puta desdentada,
vejada y sodomizada por incautos utopistas
que la encontraron primero.
No caer sólo en la duda; resfirmarse en negación.
No tener misericordia con el que exhibe virtudes;
están destruyendo el mundo.
Reivindicar la pereza como unidad de medida.
Estimular el conflicto:
Permanecer siempre lejos del letargo de la paz,
sus fétidas flatulencias paralizan y adormecen
el instinto del inquieto y del creador.
Fijar plazos que se cumplan con el debido retraso.
De nihilista no hacer gala.
También ello es religión que tiene su ferreo dogma,
su rigurosa doctrina y su profesión de fe.
Torpedear la arrogancia de la ciencia y la cultura;
no plegarse a su espejismo.
Desmontar sus basamentos y crear la confusión
ha de ser don del artista.
No ser de todo excepción; pero sí de toda regla.
Combatir todo castigo impuesto por el más débil,
suele ser el más atroz.
Liberarse de cautelas.
Morder del fruto prohibido si es de mejor calidad
que el que nos fue designado.
Nésthor Olalla
sin sentimiento de apego ni relación contractual
todas las horas del día.
No anhelar la santidad si hay que redimir pecados.
Llevar consigo un pais para poder acudir
en un posible destierro,
donde crezcan por sus calles amapolas,
aún en tiempos de escasez,
sin sentimiento de culpa.
Ser destino sin consigna.
Consignarse en desatinos.
En caso de desangrarse por una herida de ausencia
poner presto un torniquete
si es posible más esbelto y pasional.
Saber que toda verdad encierra una tiranía.
Desligarse de añoranzas; sólo es un nido de excusas
y un espejismo falsario de un deslumbre emocional
melancolioso y falaz para insolventes poetas.
No darle más relevancia a los milagros de Dios
que a todos los consumados por el genio de la lámpara.
Ser paradigma y doctrina de todo lo transmutable.
Caer en la tentación para librarnos del mal,
si atenerse a razones.
No sacralizar el canon, lo bello es la paradoja.
Copular con la dialéctica e inseminar un espectro
que alumbre una nueva tesis más retorcida y siniestra.
No temer la cuchillada del sílex de un duro invierno.
Perseguir la libertad
aún a riesgo de alcanzar a una puta desdentada,
vejada y sodomizada por incautos utopistas
que la encontraron primero.
No caer sólo en la duda; resfirmarse en negación.
No tener misericordia con el que exhibe virtudes;
están destruyendo el mundo.
Reivindicar la pereza como unidad de medida.
Estimular el conflicto:
Permanecer siempre lejos del letargo de la paz,
sus fétidas flatulencias paralizan y adormecen
el instinto del inquieto y del creador.
Fijar plazos que se cumplan con el debido retraso.
De nihilista no hacer gala.
También ello es religión que tiene su ferreo dogma,
su rigurosa doctrina y su profesión de fe.
Torpedear la arrogancia de la ciencia y la cultura;
no plegarse a su espejismo.
Desmontar sus basamentos y crear la confusión
ha de ser don del artista.
No ser de todo excepción; pero sí de toda regla.
Combatir todo castigo impuesto por el más débil,
suele ser el más atroz.
Liberarse de cautelas.
Morder del fruto prohibido si es de mejor calidad
que el que nos fue designado.
Nésthor Olalla