Editorial Alaire

Sé alud y ven a mi.

A sabiendas, te tomo;
tal cual.
Seas niña bucólica
o ramera virtuosa,
ven
y adorna mis oníricos destellos de hipocresía
con alguna que otra mentira piadosa
que ayude a levantarme cada día.

Ven y muérdeme el alma una noche mas,
carnicera.
Ven y templa mi tenue existencia.
Pero ven cada mañana
a aporrear mi solitaria
puerta.

Un poema amoroso muy original, Pablo.

Me ha gustado lo de carnicera. Impactante, sin duda.

Un abrazo
Ana

Ana,

gracias por tus palabras.

Realmente no es un poema de amor en su sentido más habitual. Hablo de la poesía como tal, que juega conmigo como y cuando ella quiere.

un abrazo querida Ana.

Coincido con Ana en lo de la originalidad. Tratas el tema amoroso desde un lenguaje peculiar que sorprende al lector. Pero sorprende favorablemente. Y la poesía debe sorprender, nunca dejar indiferentes.
Te felicito por tu propuesta.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Aunque le hablas a la poesía, como explicas en otro comentario, el poema está planteado como un poema amoroso, y desde ese punto de vista me ha resultado muy interesante y original este contraste entre la forma (o mejor diría el estilo), propia de un poema de amor lírico y romántico (en el sentido más actual del término), y el lenguaje e imágenes que nos lleva a un amor más bien turbulento e incontrolado.

Tratándose de la poesía, todavía es más efectivo.

Abrazos, Pablo.

Pablo, lo mismo da que te dirijas a la poesia o al amor, al ¿cabo que diferencia existe?
¡ Ah... que sí, que me gusta mucho.

JOSE MANUEL,

es curioso, tiene el poema ya unos años, y ha tenido que ser aquí y ahora cuando descubra, a traves vuestro, que tiene trazas también de ser un poema amoroso.

Me ha sorprendido y no he tenido más remedio (vosotros mandais) que volver a leerlo y replantearlo con otros ojos.

Teneis razón en que la forma lo puede llegar a ser, desde luego no fué mi intención plantearlo como tal, aunque en el fondo si que subyacia esa relación amor-odio que creo todos tenemos con la poesia.

Gracias a todos los que lo habeis dado ese enfoque por darme a ver ese grato descubrimiento.

Jose, otro abrazo, amigo.

Juan,

tienes toda la razón, mi relación con la poesia es un amor turbulento. No siempre entiendo lo que me dice ni como me lo dice, me hace replantearme demasiadas cosas a menudo y a menudo me araña las entrañas cuando más despistado estoy. No obstante el amor es incondicional.

Incontrolado porque va y viene cuando y como ella quiere por mi vida. Vamos, que soy un pelele en sus brazos. Que se le va a hacer, (en el fondo me gusta).

Gracias de corazón por tu comentario y tu molestia, un abrazo.

Concha,

probablemente ninguna, tienes razón.

Gracias, por todo.