Editorial Alaire

Abrázame en la piel de las heridas,
para que al descubrirme te descubra
en la sombra sin frío.

Humedece en mi gruta los deseos
que amparan el camino de Calíope
en los versos que huyen sin aviso.

Ráptame con el sueño de la muerte
hacia esos territorios de la rosa.

Olvida del pasado las traiciones,
para que yo te arrulle sin palabras.

Armoniza en mi vientre el Aleph puro,
para que te conviertas sin demora
en creador de mundos invisibles.



Ana Muela Sopeña

Haces en el poema, un guiño a Borges, y cierras el mismo (el poema) con un broche espectacular.
Me ha entusiasmado Ana y mucho.
Un abrazo.

Tambien a mí me gustó el cierre especialmente. UN placer seguir estos versos
Abrazos
Pilar

Hermoso como siempre, amiga Ana, este poema donde los endecasílabos ponen su gran musicalidad y donde el cierre resulta magnífico. Un abrazo.
Mario.

Concha, sí, Borges y el Aleph son muy admirados por mí.

Gracias por pasar y dejar tu huella.

Un beso
Ana

Gracias, Pilar, por venir y leerme.

Un beso enorme
Ana

Te agradezco, Mario, tu lectura atenta y amable.

Un beso grande
Ana

¿Quién podría negarse a la armonía en las distintas realidades de tu mundo conocido?...

Siempre magia pura en el Aleph, meiga.

Un final espectacular.

Un beso
Manuel

Gracias, Manuel, por envolverte en el poema y decírmelo.

Un beso de meiga
Ana