Editorial Alaire

He aquí el tartamudeo de un azul.

Sin orillas la piedad, la hembra oscura,
su pigmento inacabado de rompeolas o cántico.

Diecisiete son los soles o los años que el mercurio templa,
hogares de fieltro y piedra, nidos sin un color ni un espejo.

Aquel cuerpo fue meteoro, aquella letra sin hojas no pervivió
(en el cuello del azafrán los verbos excitan el hondo estigma
y no cruzan apenas la sed).

¿estaba allí el calidoscopio de las huríes,
el cartón rojo como un semental, los gusanos o su memoria?

Pasillos que han coloreado las infinitas alas del sueño,
lágrimas, bandejas y televisores, el verde que eligió la música
con su quinceañera edad.

Nos han robado los senderos escarlatas, cruje la metamorfosis
del invierno tras los ojales del cuervo o su pereza.

Nadie maquilla las películas azules ni cuenta el gong altivo
de los mediodías sin ángel.

En mi temblor de ánades tu hospital ríe(y es la lluvia quien columpia
su ritmo con los colmillos inocentes de un eco)lejos de la llave,
de la adormidera, del éxtasis blanco.

Embebido en la siniestra cita mi río o mi noche se alejan.

Ramón:

"...
He aquí el tartamudeo de un azul...."

Y esto sólo es el comienzo, que al continuar leyendo la que se queda tartamuda y floja soy yo.
Un abrazo, Ramón, mediterráneo, claro y hasta tu mar gallego.

Tu forma de escribir no toca fondo. Un placer grande seguir tus poemas
Abrazos
Pilar

Se percibe una historia muy triste tras estos versos.

Una de las virtudes que tiene tu poesía es que el caudal de imágenes forma un conjunto que transmite una multiplicidad de sensaciones y emociones.
La única lectura posible de tus poemas es abierta, lo que hace que el lector viva la experiencia poética de un modo activo, no como simple espectador. Este poema es una nueva muestra de ello, y una muestra de gran calidad, como es costumbre en tú obra.

Un abrazo, Ramón.

Me gusta la forma en que escribes y como plasmas tu sentir. Saludos, poeta.

Nos han robado los senderos escarlatas, cruje la metamorfosis
del invierno tras los ojales del cuervo o su pereza.

Y muchas cosas más que nos robaron, Ramón, amigo mío.
Como siempre un poema plagado de bellas imágenes y una madurez extraordinaria.
Siempre un placer leerte. Abrazos.
Mario.

Hace poco leí otro buenísimo poema de alguien que anda por aquí y que también hablaba de los diecisiete como una frontera de algo... esa edad en la que solemos empezar a descubrir ciertas cosas y también a tomar decisiones que marcarán nuestra vida... todo eso en prosa, tú lo cuentas como si el mundo que viniera después de verdad fuera "mágico", incluso en lo malo.... Ya sabes, gracias.

Un besote,

Carmen

"Y esto sólo es el comienzo, que al continuar leyendo la que se queda tartamuda y floja soy yo."

jajaja..eres un caso,Concha. Gracias por comentar. Un abrazo hasta tu mar mediterráneo.

Ramon tremendos versos te espero en mi obra que me comentes
javier

Pilar Morte escribió:Tu forma de escribir no toca fondo. Un placer grande seguir tus poemas
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu amable comentario. Un abrazo.

Ramôn, cuântos recuerdos de aquella edad de miedos y locuras y qué bien lo expresas tû para que se nos clave a todos. Llegas al corazôn. Gracias por este, te espero en mis veinte años, asî que ya tienes dos a leer, jeje, a mî y a javier. Bueno, solo c'est une blague. Un abrazo cordial muy fuerte




Spin

Juan Fionello escribió:Se percibe una historia muy triste tras estos versos.

Una de las virtudes que tiene tu poesía es que el caudal de imágenes forma un conjunto que transmite una multiplicidad de sensaciones y emociones.
La única lectura posible de tus poemas es abierta, lo que hace que el lector viva la experiencia poética de un modo activo, no como simple espectador. Este poema es una nueva muestra de ello, y una muestra de gran calidad, como es costumbre en tú obra.

Un abrazo, Ramón.

Gracias, Juan, tus comentarios siempre son interesantes. Un fuerte abrazo.

Rosa María Lorenzo escribió:Me gusta la forma en que escribes y como plasmas tu sentir. Saludos, poeta.

Muchas gracias, Rosa, por tu visita y amable comentario. Un abrazo.

Hermoso Ramón. Has sabido pintar la edad de la Flor, la edad del ocaso y el segundo nacimiento. En la delicadeza de tus versos se advierte el humo de los jazmines de la niña-mujer de 15. ha sido un placer, Ramón, como siempre.-

Un abrazo.-

Ramón Carballal,

Que puedo decir, MAESTRO

EXTRAODINARIO POEMA


UN ABRAZO FUERTE