Editorial Alaire

Casandra
[RIGHT]
“...Escribamos hileras de versos bien pautados
y, de pronto, uno torpe, mal medido,
como si fuera un descuido..."

Gabriel Celaya [/RIGHT]


La poesía fue dolor adentro
y heridas en la punta de los dedos
de tanto darle nombre a las palabras.
Después derrota y rumbo al eco azul
de unas voces que nunca me abrigaron,
deviniendo a mi pérdida en mi sueño.
A veces campos de amapolas grises
sobre el cantil del miedo soleado;
otras, pétalos secos de la flor
que la melancolía me deshoja,
con sus manos de otoño, en primavera.
Bajo esta fría espera de cemento,
pese a su compañía, desamparo
derramado de entre mis labios trémulos
en mi propio desierto de ceniza.


Y hoy, desaliento en soledad descrito
en poemas que nunca serán nada.

*

Todos los dias me siento tu Casandra, a mî tampoco nadie me creerâ. Decribes muy bien el sufrimiento. Qué bueno es leerte!!!


Spin

JC,

pues no sólo no parece que no sean nada, sino, más bien todo lo contrario, y para muetra éste que nos dejas

un abrazo............Pilar

Hay poemas, que no todos, donde cada línea que se lee se va encongiendo el corazón y como en toda buena obra se siente una especie de "crecendo". Este poema ES, con Casandra o sin ella. Me facinó de verdad.

Los poemas hermosos son pájaros. Y vuelan. En ocasiones, a alguna zona en donde nadie habita. Pero vuelan. Tal vez allí sean felices. Eso será lo importante.

Un abrazo

Te felicito por este poema de exquisitos versos. Un saludo.

La poesía fue dolor adentro
y heridas en la punta de los dedos
de tanto darle nombre a las palabras.

Magnífico poema, JC.

Aplausos.

Blanca

JC escribió:Casandra
[RIGHT]
“...Escribamos hileras de versos bien pautados
y, de pronto, uno torpe, mal medido,
como si fuera un descuido..."

Gabriel Celaya [/RIGHT]


La poesía fue dolor adentro
y heridas en la punta de los dedos
de tanto darle nombre a las palabras.
Después derrota y rumbo al eco azul
de unas voces que nunca me abrigaron,
deviniendo a mi pérdida en mi sueño.
A veces campos de amapolas grises
sobre el cantil del miedo soleado;
otras, pétalos secos de la flor
que la melancolía me deshoja,
con sus manos de otoño, en primavera.
Bajo esta fría espera de cemento,
pese a su compañía, desamparo
derramado de entre mis labios trémulos
en mi propio desierto de ceniza.


Y hoy, desaliento en soledad descrito
en poemas que nunca serán nada.

JC
creo que me voy a volver adicta a tu poesía, te sigo, saludos Luna de Nos.-

JC, este poema me llega particularmente. A veces, muchas, me encuentro a mí misma en poemas que escribieron otras personas.
Es realmente muy bueno y me encantó leerte.

Besos.