Editorial Alaire

Si invocas la luz, quizás la luz
venga a ti.
Si invocas el amor, quizás el amor
venga a ti.
Si invocas la paz, quizás la paz
venga a ti.
Si invocas el perdón, el perdón
vendrá a ti.
Frecuenta el desasosiego y
una nube negra te perseguirá eternamente.

... y tercera sorpresa, me voy a nadar pero de inmediato, este poema ya se acerca al misticismo de San Juan de la Cruz... al final llegarás.
Los que os llamáis ateos... ayayayayay.. ese corazón os delata.
No importan los sobrenombres, al menos a mí, me importa lo que hay dentro del envoltorio.
¡ Venga, que me van a quitar el mar, me voy¡

Muy buena filosofía Pablo.

Si te hicieramos caso,
quizás viviriamos mejor.

Me ha gustado leerte.

Un fuerte abrazo
Joan

Concha,

no sé que misticismo vés en el poema. Yo simplimente lo llamo sentido común y experiencia, pero bueno, cada uno vé lo que quiere ver...

Un abrazo, amiga.

Joan,

gracias por tu visita, compañero.

un fuerte abrazo.