Editorial Alaire

Mora el silencio
guardando trinos y palabras.
Descansa el tronco en el ritual del día
-la música callada-

Y yo miro mi rostro en la pantalla
bajo aromas silvestres y azucenas de junio.

Sigo la senda que da a la esperanza
ante los ecos de periódicos grises.
Quiero emular
las comisuras que sonríen,
los ojos que despliegan iris de sazón dulce.

Reservo a la afonía enjuagues de ilusión,
las voces que susurran levantando los vientos,
caricia suave
para los que no alcanzan besos.

Pero callo,
no puedo despertar el descanso del hombre,
y me lleva la inercia del sigilo,
un diccionario que no acierto a comprender.

Sin embargo no paran los relojes,
y nosotros
intentamos cruzar al otro lado,
ir más lejos que nuestros pies
habitando semillas donde no crece el llanto.

¿Qué te destaco que no despierte a la siesta?

Hoy la voy a dormir en grande, a tu salud y en brazos de Perseo y envidia de Poseidón.

Pilar tu poema me trae las sensaciones de quietud y calor de la hora de la siesta en verano, no de la siesta en sí sino de ese momento entre la mañana y el atardecer cuando se detienen los relojes, los sonidos...

Un placer leerte.

Un abrazo

Me encanta el sueño en medio de las hojas de otoño...
La brisa, el susurro del viento.
Encantada de leer tus versos hermosos.

SUtil poema, tienes una gran voz poetica.
te espero en mi poema
javier

Concha Verónica Vidal escribió:¿Qué te destaco que no despierte a la siesta?

Hoy la voy a dormir en grande, a tu salud y en brazos de Perseo y envidia de Poseidón.

Gracias, Concha, me alegra verte cerca
Abrazos
Pilar

Hola Pilar.
Hermoso poema de amor, de vida y de esperanza.
Un placer sentir la caricia de tu palabra, un abrazo.


"Sin embargo no paran los relojes,
y nosotros con ellos
intentamos cruzar al otro lado,
ir más lejos que nuestros pies,
volver a comenzar
habitando semillas donde no crece el llanto."

Israel Liñán escribió:Pilar tu poema me trae las sensaciones de quietud y calor de la hora de la siesta en verano, no de la siesta en sí sino de ese momento entre la mañana y el atardecer cuando se detienen los relojes, los sonidos...

Un placer leerte.

Un abrazo

La hora de la siesta, con el buen tiempo, es un momento especial donde surgen mil sensaciones y pensamientos, éstos brotaron después del telediario.
Agradezco tus palabras
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:Mora el silencio
guardando trinos y palabras.
Descansa el tronco en el ritual del día
-la música callada-

Y yo miro mi rostro en la pantalla
bajo aromas silvestres y azucenas de junio.

Sigo la senda que da a la esperanza
ante los ecos de periódicos grises.
Quiero emular
las comisuras que sonríen,
los ojos que despliegan iris de sazón dulce.

Reservo a la afonía enjuagues de ilusión,
las voces que susurran levantando los vientos,
caricia suave
para los que no alcanzan besos.

Pero callo,
no puedo despertar el descanso del hombre,
y me lleva la inercia del sigilo,
un diccionario que no acierto a comprender.

Sin embargo no paran los relojes,
y nosotros
intentamos cruzar al otro lado,
ir más lejos que nuestros pies
habitando semillas donde no crece el llanto.

Pues yo percibo que hay mucha inquietud mientras descansas, o mientras intentas vivir esa siesta, donde llega todo lo que nos queda por hacer y esas ilusiones. Fue un placer encontarlo Pilar, recuerda que tenemos que escribir juntas un soneto, con Juan y Alondra. Un fuerte abrazo



Spin

Lo sentí pleno de tolerancia y comprensión, armonía.
Que bello escribes Pilar, dejar tu halo de paz aquí.

Maricruz

Un poema hermosísimo, Pilar! Todo un festín las metáforas y los significados. El ritmo es contagioso; me ha encantado el remate final.

Un puñado de abrazos con muchas felicitaciones,

Hallie

Hermoso Pilar, me encantó el tono intimista que rige en todo el escrito. Esos pensamientos, frescos y melancólicos a la vez, sólo pueden surgir en el silencio de la siesta. Y no sé porque se me hace que esa siesta es en algún pueblo pequeño o en el campo, será por lo vegetal que suenan tus palabras, por lo sosegadas que llegan. No hay cosas más calma que una siesta en el campo. Bueno Pilar, un gusto, como siempre.
Un abrazo grande.-

PAra mí la siesta es un momento fundamental del día. Ese rato en el que separo el ajetreo del día de la inercia de la tarde y me encuentro conmigo mismo. Y el sueño no suele venir, pero sí ese reposo reflexivo y quieto. Entiendo que de ese momento puedan surgir pensamientos y versos de tanta belleza como los que nos dejas aquí.

Un abrazo.

Hola Pilar.
Un poema delicado y ausente de inquietudes que funciona en su lectura como bálsamo de sosegada calma.
Hermosa propuesta, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

Lila Manrique escribió:Me encanta el sueño en medio de las hojas de otoño...
La brisa, el susurro del viento.
Encantada de leer tus versos hermosos.

Y yo estoy encantada de que me leas. Gracias por la compañía
Abrazos
Pilar