Editorial Alaire

[ 3º canto por la casa de mi nacimiento, la de mis padres,
la de mis abuelos y bisabuelos en Vecilla de la Polvorosa- Zamora..España]




... se agrieta, se resiente la casa,
íntimamente se agota,
gime;
quién vendrá a salvarla si todos hemos ido huyendo en busca de armaduras de hierro
frente a horrores y signos de calamidad;
sin embargo, uno advierte que adheridos a las paredes, que por detrás de las puertas
o en el hollín del hogar, hay violines tocando en honor de otro tiempo insigne
y que siguen vivas las piedras, la parra, el horno, el brocal del pozo,
y que también la voz y el aire,
aún, aún;
… es así que, aunque duelan, uno vuelve a las rosas perdidas, a las azucenas que hubo,
a los lirios, a las golondrinas del corazón;
… yo sé que ha habido un rompimiento ciclópeo, infinito:
pero aquí está la casa, aguardando a que pase y pase esta enorme amenaza
o ciclón invicto de la muerte;
“… que se abran las puertas, gritemos libertad y que retornen las rosas”;
oh voz de amor, oh faro o casa/luz, oh sed, don vital, oh casa, casa nuestra.



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Cuando entro en una casa de muchos años siempre pienso en las personas que la habitaron, la alegría y tristeza que guardan las paredes. Me provoca nostalgia de la mía propia. Tu poema refleja maravillosamente el paso del tiempo sobre el tejado. Precioso
Abrazos
Pilar

... querida Pilar, eso de que hablas son las esencias que siempre albergan las cosas tocante a los moradores que van pasando por ellas; hay personas - dicen - que pueden leer sobre el éter de las paredes todos los sucesos que allí hayan ocurrido ¿ que te parece...?; gracias por todo, PIlar; un fuerte abrazo; Orión

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Antonio, un poema que nos hace regresar a otros tiempos. Siempre es grato encontrarse con casas que hablan de otros tiempos. Tiempos sin prisa y llenos de misterio.

Un poema excelente
Un beso
Ana

... Ana Muela Sopeña, estimada amiga, sí. ciertamente es como dices, estas casas encierran muchísimas cosas de nuestras vidas, allí están depositadas; un abrazo, Ana, Orión

La casa fundamental, su parábola de ternura y abrigo. Sus grietas del San Román acaecido en la memoria de un niño poeta. Los versos se desarman con Madre y frente plena de besos.
Sentimos, sentimos esa corriente dulce y grandiosa de beber tu poesía como si fuera un río de bondades infinitas.

Cerca siempre, querido Antonio.

Hallie

ra... Hallie, reconozco tu palabra; es como el revuelo de una tarde profunda y limpia que se enfrenta a un cielo estrellado parza continuar su viaje hermoso; Orión

Poema impagable de extraordinario poder evocador, lleno de nostalgia y reivindicación de un modo de vida y de entender el mundo que va más allá de los muros de la casa del padre, del adobe y el fuego bajo, el corral y el campo abierto a las viñas, los arroyos y la caza. Poema que se recoge en el fuego del hogar de la memoria y nos atrapa y no nos deja salir, cautivos de las llamas que arden con las palabras que nos llaman a defender las raíces, lo que fuimos, lo que somos, lo que no podemos dejar de ser. Una vez más encuentro una razón para disfrutar releyendo estos versos y para celebrarlos.

Salud.

... JUlio, el alma repasa sus vivencias y de vez en cuando se ocupa en recoger sus mejores bártulos para alimentarse, enriquecerse y poder continuar su marcha infinita; gracias, querido amigo por tus comentarios de valor; Orión

Poesía muy hermosa, atrapa al lector.
Saludos.

La casa familiar no es como cualquier casa. No es solo hogar, no es solo refugio. Es un símbolo de permanencia, de fortaleza. Es uno de los referentes que nos hacen saber quiénes somos. Su deterioro es en cierto modo el deterioro de aquello que creíamos eterno.

Maravilloso poema, Antonio. De una nostalgia pura y transparente.

Un abrazo.

Susa Campos escribió:Poesía muy hermosa, atrapa al lector.
Saludos.

... Susa, y tus hermosas palabras dan ese ánimo preciso para continuar trabajando con empeño, porque algunas veces falla...; gracias, amiga; Orión

Juan Fionello escribió:La casa familiar no es como cualquier casa. No es solo hogar, no es solo refugio. Es un símbolo de permanencia, de fortaleza. Es uno de los referentes que nos hacen saber quiénes somos. Su deterioro es en cierto modo el deterioro de aquello que creíamos eterno.

Maravilloso poema, Antonio. De una nostalgia pura y transparente.

Un abrazo.

... Juan, sí, lo que afirmas lo suscribo para ser transportado con uno mismo más allá de esa propia casa y sus amores, pues éstos son expansivos desde el centro, no egoístas, no pusilánimes y no dogmáticos; mi casa era era, y quiero que siga siéndolo, una casa abierta hacia fuera, a la amistad, a la concordia, a la vecindad de quienes la rodeaban y aun más allá, mucho más; gracias, Juan, y un saludo; Orión

El poema no tiene desperdicio, Antonio, me parece magnífico de principio a fin....

Gracias por el disfrute, amigo.

Un abrazo,

Carmen