Editorial Alaire

Ofuscada la mente a veces trata
de inducirnos al fallo, y cuestionamos
lo que por conocido ya olvidamos,
cometiendo al hacerlo burda errata.

Se vuelve la memoria tan ingrata
que no recuerda el tiempo que empleamos
en pulir su pensar, lo que enseñamos
a costa de perder tanta hora grata.

Y ocurre que llamamos a su puerta
pidiendo lo que ya nos pertenece
y su umbral de silencio nos cuestiona.

Ponemos los sentidos en alerta
temiéndonos que aquello que acontece
principio es de ese mal que olvido clona.

Pero es sólo la edad que no perdona.




Mario.

La memoria, ¡ay! Pero nunca nos abandonará "la buena memoria" de los momentos más gratos. Dejemos que se nos vayan algunos nombres, tal vez algunas fechas. Las emociones las conservaremos intactas mal que le pese a la edad.
Salud.

Ah, la memoria, los recuerdos…

Y en ese lapsus todos nos postramos,
para omitir que fuimos imperfectos,
que la memoria da el traspiés, y rectos,
vamos a la vejez, trajín de pactos.

Cómplice de recuerdos olvidados,
engañaré el descuido y la tardanza,
me negaré a vivir en conchabanza,
con todos mis errores recordados.

Gracias por este magnífico soneto que me ha traído reflexiones y dudas a cerca de la vejez y su memoria, como dice Julio: impresionante final. Un fuerte abrazo, Mario

Spin

Un soneto excelente, me encanta leerlo pues soy fan número uno, de esta forma de poesía.
Abrazos

Mario Martínez escribió: Ofuscada la mente a veces trata
de inducirnos al fallo, y cuestionamos
lo que por conocido ya olvidamos,
cometiendo al hacerlo burda errata.

Se vuelve la memoria tan ingrata
que no recuerda el tiempo que empleamos
en pulir su pensar, lo que enseñamos
a costa de perder tanta hora grata.

Y ocurre que llamamos a su puerta
pidiendo lo que ya nos pertenece
y su umbral de silencio nos cuestiona.

Ponemos los sentidos en alerta
temiéndonos que aquello que acontece
principio es de ese mal que olvido clona.

Pero es sólo la edad que no perdona.




Mario.

... Mario, ay, cuántas formas maestras nos la juega la memoria, compañero, y a todos, a todos; pero tu enseñanza es cabal, auténtica, y aquí queda, anotada tal ha llegado; un saludo; Orión

Mario, desde luego eres un maestrosonetista y encima maestropoeta, o sea, que al cielo de los vates, fijo que irás.

Y ahora en serio (lo otro lo decía más ens serio aun) cómo me gustaría tener ese don.
Pero... eso. que nada.
Abrazos mediterráneos, eso sí lo sé hacer ¿ves?

Muy bueno el soneto, Mario, incluido el deje irónico que creo detectar y que prueba que aunque se tengan algunos lapsus de memoria, la inteligencia puede seguir intacta.

Un abrazo.

Es delicioso leerte, Mario, acabo de enamorarme de la forma: soneto

...con estrambote! suena genial!

La edad sólo perdona a los que todavía han hecho poco uso de ella, compañero.

Excelente soneto.

Un gusto visitarte.

Nunca tuve mucha memoria y eso que estudié la carrera de Derecho. Por supuesto que ahora tengo menos. Has hecho una magnífica disección de esos hilos que se mueven entre la memoria y el olvido. Un abrazo.

Gracias, Julio, aunque no te creas, empieza a haber pequeños lapsus, esperemos que no no vayan a más

Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Gracias, Lourdes, por tu entrada y por dejarme esos dos hermosos cuartetos. Abrazos.
Mario.

Pues a mí me pasa lo mismo, Mario, la memoria a veces me juega malas pasadas. Si se detiene está bien.
Tu soneto, como siempre, perfecto, eres un maestro.
Abrazos
Pilar

Mario Martínez,

Situaciones que a mi edad no se pueden librar...
son momentos que uno no espera que vuelvan a suceder..

Maravilloso soneto, amigo mío

Un abrazo fuerte