Editorial Alaire

Pronuncio agua
cuando el cántaro suda entre mis manos
y el contenido se derrama de mi boca,
quedando la figura
que disipa el secreto de su fondo.

Digo río y no alcanzo su cauce
mientras se extiende su fluido
ondulando avenidas
de cosechas sin nombre.

Digo asfalto y me sepulta el cielo,
un bullicio baldío, las prisas que me empujan
ante el autobús donde los cuerpos
se miran sin sonrisa
bajo adoquines que expiran a mis pasos.

Todo danza cercano en lejana canción
y extiendo mis dedos por alzar el sueño,
por encontrar colores a la brisa.

Necesito volver al yo,
arrimarme a las hojas tiernas,
humedecer la piel en sus aromas,
ser olmo, termal en los arroyos,
regresar y ser tierra, bancal sereno.

Ya sabes que retorno
envuelta en vibración serena,
aunque me pierda una y otra vez
bajo estrellas de humo,
porque el círculo de sangre
siempre hace volver.

Excelente poesía Pilar, un placer leerla.
Abrazos

Hola Pilar.

Necesito volver al yo,
arrimarme a las hojas tiernas,
humedecer la piel en sus aromas,
ser olmo, termal en los arroyos,
regresar y ser tierra, bancal sereno.

Todos lo necesitamos de vez en cuando, amiga mía. Plasmaste muy bien esa necesidad de volver al origen. Siempre un placer leerte. Abrazos.
Mario.

Lila Manrique escribió:Excelente poesía Pilar, un placer leerla.
Abrazos

Gracias, Lila por acompañarme en esta tarde de versos
Abrazos
Pilar

Excelente, Pilar. Cada nuevo poema que nos muestras me sorprende. HAy versos magistrales (mi preferido "Digo asfalto y me sepulta el cielo", y el tema de la necesidad de volver a ese origen, que en el fondo es uno mismo, el auténtico yo, lo desarrollas de un modo que hace al lector (al menos a mí) sentir ese deseo con una fuerza tremenda.

En fin, que entre que es muy bueno y que lo he leído al final del día, cansado y deseando encontrarme un rato conmigo mismo, tu poema me ha llegado directamente al alma.

Un abrazo y mi admiración.

Querida Pilar, suscribo totalmente lo que te dice Juan en su comentario. Todo el poema hace sentir una imperiosa necesidad de regresar al yo más profundo, al más íntimo, ese que sólo nosotros mismos conocemos. Como siempre un gran placer leerte.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Ya eres tú, querida amiga. Nunca has dejado de ser el primitivo ser que arribó al mundo. Hay claustros a estas horas. Mañana te verás con los ojos azules en los estanques de la última esperanza. Un magnífico poema, estás en él.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

Pilar Morte,

¿verdad que no está de más, de cuando en cuando, una esfoliación interna?, como un retiro espiritural, cargar las pilas, vamos.

Es la única manera, creo yo, de seguir caminando por este asfalto.

un placer leerte, compañera.

Magnífico poema, Pilar. Escribes de maravilla, y además no sé porqué tus poemas me transmiten una extraña serenidad. Mi felicitación y un abrazo.

Mario Martínez escribió:Hola Pilar.

Necesito volver al yo,
arrimarme a las hojas tiernas,
humedecer la piel en sus aromas,
ser olmo, termal en los arroyos,
regresar y ser tierra, bancal sereno.

Todos lo necesitamos de vez en cuando, amiga mía. Plasmaste muy bien esa necesidad de volver al origen. Siempre un placer leerte. Abrazos.
Mario.

Gracias, Mario, por acompañar estos versos con tus palabras
Abrazos
Pilar

Pilar, yo no digo nada, sólo me bebo el poema.

Poesía- Pilar. Te aplaudo de pie estas letras.
angel

Juan Fionello escribió:Excelente, Pilar. Cada nuevo poema que nos muestras me sorprende. HAy versos magistrales (mi preferido "Digo asfalto y me sepulta el cielo", y el tema de la necesidad de volver a ese origen, que en el fondo es uno mismo, el auténtico yo, lo desarrollas de un modo que hace al lector (al menos a mí) sentir ese deseo con una fuerza tremenda.

En fin, que entre que es muy bueno y que lo he leído al final del día, cansado y deseando encontrarme un rato conmigo mismo, tu poema me ha llegado directamente al alma.

Un abrazo y mi admiración.

Me levantan el ánimo tus generosos comentarios, sobre todo que te lleguen tan adentro. Gracias, muchas
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:Pronuncio agua
cuando el cántaro suda entre mis manos
y el contenido se derrama de mi boca,
quedando la figura
que disipa el secreto de su fondo.

Digo río y no alcanzo su cauce
mientras se extiende su fluido
ondulando avenidas
de cosechas sin nombre.

Digo asfalto y me sepulta el cielo,
un bullicio baldío, las prisas que me empujan
ante el autobús donde los cuerpos
se miran sin sonrisa
bajo adoquines que expiran a mis pasos.

Todo danza cercano en lejana canción
y extiendo mis dedos por alzar el sueño,
por encontrar colores a la brisa.

Necesito volver al yo,
arrimarme a las hojas tiernas,
humedecer la piel en sus aromas,
ser olmo, termal en los arroyos,
regresar y ser tierra, bancal sereno.

Ya sabes que retorno
envuelta en vibración serena,
aunque me pierda una y otra vez
bajo estrellas de humo,
porque el círculo de sangre
siempre hace volver.

Pilar, este es de esos poemas tuyos que me hacen vibrar, las primeras tres estrofas las siento tan cercanas... Se vuelve, sabiendo, y eso, hace una diferencia sustancial.
Un abrazo, me encantò la dulzura con la que pudiste pintar una realidad que no la tiene. Luna.-

Te acompaño con mucho gusto en este bellisimo viaje de retorno.
Un abrazo.
Pepa