Editorial Alaire

EL DESPERTAR DE LAS COMETAS

“Los niños crecen independientes de nosotros,
como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

Llega el momento en que solo resta quedar mirando desde lejos,
torciendo y rezando mucho para que escojan bien en la búsqueda de la felicidad,
y la conquisten del modo más completo posible.”

Sonia Marroquín

............................................A mi hija

Hoy quiero hablar para que tú me oigas
y al nombrarte mi voz recupere su acento
porque tu eres la luz que alumbra Mayo,
fino tallo gestado en mis entrañas,
sostén de mi ternura.

Hoy escribo tu rostro en mi poema,
tu mirada de miel en cada imagen,
y extiendo por mis versos
tu mágico disfraz de luna nueva.

Han crecido el cerezo y el jazmín,
el patio se hizo grande sin tus juegos:
la comba, la rayuela, el escondite
se duermen con tu infancia
en este despertar de las cometas.

Me habitan los temblores de una madre
cuando abrazas sin vértigo la vida
cual árbol murmurante, cual pájaro imprudente.

Tú ansías un océano de estrellas,
la voz de tu alfabeto, nombrando los paisajes,
comiéndose las sílabas del mundo.

Puedo escuchar tu ligero aleteo:
tal vez gorrión, tal vez gaviota…

Mary Poppins ha plegado su paraguas
y el deshollinador no encuentra más hollín;
inventaré una nana que acune tu niñez
y la guarde por siempre en mis recuerdos.


© Ana Villalobos Carballo
18 de Mayo de 2010

Querida Ana; tu poema es precioso y retrata maravillosamente el miedo y la duda que se tiene ante el paso a la adolescencia. Da pena ver como se abandona la niñez, pero la vida sigue y hay que acompañarle.
Abrazos
Pilar

No hay nada tan incondicional como el amor de una madre. No se quien dijo que "ser madre es tener para siempre el corazón vagando fuera del cuerpo". Tu forma de contarlo estremece.
Un abrazo.
Pepa

Querida Ana, qué bueno que has vuelto y con este bellîsimo poema dedicado a tu hija. Tu voz desprende amor, dolor, esperanza, miedos... Porque estos versos forman un canto ûnico: el amor de una madre; y sî, estremecen. Estremeces como siempre has sabido hacerlo cuando entras, porque siempre te he visto escribir con el corazon. No importa el tema. Continûa, Ana, poeta. Un abrazo fuerte


Spin

Nuestros hijos crecen pero la infancia se guarda en un rincón de la memoria(en la de ellos y en la nuestra)como un tesoro. Es un precioso poema, que derrrocha ternura y mucho amor. Me alegra volver a leerte. Un beso.

Querida Pilar, crecen de repente, demasiado rápido y sin pedir permiso, jajaj. Es hermoso verlos volar aunque, a veces, da miedo. Gracias por estar, me alegra muchísimo el reencuentro.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Pilar Morte escribió:Querida Ana; tu poema es precioso y retrata maravillosamente el miedo y la duda que se tiene ante el paso a la adolescencia. Da pena ver como se abandona la niñez, pero la vida sigue y hay que acompañarle.
Abrazos
Pilar

Querida Anita, te leo y me parece verla en toda su belleza.
Hermoso poema a tu hija.

Bendiciones a ambas.

Maricruz

Hola Ana.
¡Ay, los hijos! Crecen y vuelan solos, pero es algo natural, todos lo hemos hecho...y el mundo sigue andando. Me encantó la forma en que lo plasmas en versos, amiga mía, y abusando de tu espacio quiero dejarte un poema que escribí hace mucho y en el que también plasmo el mismo motivo:

-“CUANDO VUELAN DE CASA”-


Ya sé que es ley de vida
que los hijos se vayan,
que abandonen el nido,
que utilicen sus alas,
y que tras la partida
usen sus propias armas,
y laman las heridas
de su propia batalla.

Ya sé que no es huida,
contra el tiempo no hay nada,
que esa misma salida
por sus padres fue usada;
que era cosa sabida,
temida y esperada,
y en alguna medida
siempre estuvo anunciada.

Ya sé que hay un momento,
(y al final siempre pasa),
que se van como el viento
lejos de nuestra casa,
por estudios o empleo,
o el destino que espera
poner en su sendero
alguien más que los quiera.

Ya sé que no hay motivos
para que exista alarma,
siguen estando vivos
aunque medie distancia,
siguen siendo tan nuestros
aunque ya no compartan
con nosotros un techo,
ni un lugar en su cama

Ya sé bien que hubo veces
que sin medir palabras,
repetimos con creces
que ojalá se marcharan,
y hoy es como un castigo
que sin llama quemara,
ese inmenso vacío
que su ausencia dejara.

Ya sé que a veces vuelven
porque la sangre llama,
si tu ayuda pretenden
o la suya reclamas.
Pero no hay equivoco,
que si su mundo ensanchan,
los perdemos un poco
el día que se marchan.

Ya sé que es ley de vida
el que los niños crezcan,
y que alegres un día
su volar no detengan,
pero resulta extraño
ver sus cuartos en calma,
y el fin de aquellos años
¡duele tanto en el alma...!.


Un fuerte abrazo.

Mario.

Precioso poema, un placer leerlo. El cariño de una madre y sus temores, siempre son bendecidos por Dios.

Muchas gracias, Josefa, por pasar y dejarme esta hermosa huella. No sé quién dijo esa frase tan acertada pero seguro que era madre pues sus palabras demostraban que sabía muy lo que una madre siente.
Me alegra mucho que te hay gustado

Un beso que te llegu al corazón


Ana

Josefa A. Sánchez escribió:No hay nada tan incondicional como el amor de una madre. No se quien dijo que "ser madre es tener para siempre el corazón vagando fuera del cuerpo". Tu forma de contarlo estremece.
Un abrazo.
Pepa

Saliendo fuera de la común normalidad con que se suele escribir este tipo de poema, has llegado con tu rico lenguaje, a emocionarme y sentir la nostalgia propia de los hijos que se van del nido, en este caso, el paso de la niñez a la adolescencia. Has plasmado con tu peculiar y excelente forma de decir, un poema, sinceramente magnífico. Mis felicitciones.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

Una tierna pero equilibrada visión de tu hija y del abandono de la infancia.

Me ha gustado mucho, Ana.

Enhorabuena y un saludo.

Hermoso de principio a fin. Terriblemente sincero, como todo amor de Madre. Desde esa ternura que se filtra por los ojos al nombrarle hasta la preocupación en una madrugada que se extiende en rezos.... Magnífico, me encantó.

Saludos y abrazos.

Marina Centeno

Desde ahora voto para que sea el POEMA DE LA SEMANA!

(sonrío)

Ana Villalobos Carballo,

Precioso poema

donde el sentimiento y la poesía
se unen...

Un beso fuerte, linda amiga