Editorial Alaire

Mar, pura herida, sangre lloviendo la arena,
te contemplo mientras sesgan tu epidermis cirujanos,
expertos en construcciones primera línea de playa.

Y el ahogo de las olas cada vez más cercenadas.
¿ dónde el cangrejo ermitaño ?
los erizos abrevan entre corrientes ficticias
y las lapas - un intento de soborno -
ya no pueden adherirse a esas rocas de argamasa sin aristas,
se me deslizan las algas entre puertos de burgueses.


¿ Dónde la panzuda barca ensoñando las farolas ?

¡ Cómo duele tu sutura, mar tan mío, amordazado en cemento !
Ya no duermen cormoranes los riscos y acantilados,
las mansiones se deslizan como nichos hasta arrancarte la entraña.


¿ Y aún les cabe el asombro si vomitas
de vez en cuando la pena ?



( Ni siquiera mi roca está donde siempre, ni siquiera las gaviotas pueden tejer calceta a la sombra del salitre, nada, nada nos dejan, mar de mío tan adentro, donde acomodar la cadencia de tus olas. Noche en Alicante y este poema de 2008, sigue tan vigente desgraciadamente, como en 1960)

Pero... ¡cómo!. ¿Soy el primero en comentar un poema tan hermoso?. Pues entonces me alegro. Me ha llamado la atención el título: es precioso. Y el contenido es hoy en día por desgracia de rabiosa actualidad. Pero había que decirlo con un poema. Y tú lo has hecho perfecta y hermosamente. Duro para tí que sé, adoras el mar.
Un abrazo, amiga.
J. manuel

Esta vez has tocado un duro tema que desgraciadamente sigue vigente, pero lo has hecho con la sensibilidad de tus versos. Sabes que tengo que leerte, siempre
Abrazos para ti y tu Alicante marino
Pilar

Concha qué razón tienes, cómo se han lucrado destrozando nuestras costas, es una vergüenza.
Tu poema es precioso, tratando este tema con gran sensibilidad, me encantó.

<un abrazo.

Impagables versos, vengan del año que vengan, porque son para la eternidad... Enhorabuena.
Salud.

Hola Concha.

Entiendo tu poema, amiga mía, lo entiendo.
Eso que llamamos progreso bien podía llamarse atraso en más de una ocasión.
Me encantaron tus versos. Un abrazo.
Mario.

Hola Concha. Nuevamente es un gusto enorme andar por tu espacio de letras.
Saludos desde mi orilla.

angel

Yo también soy de un pueblecito de la costa mediterránea sepultado bajo toneladas de hormigón. Que bella forma de narrarlo.
Un abrazo.
Pepa

Concha,

¿quien puede mas, el agua o la piedra?

Pues eso, que venimos de un trozo apenas de tierra, cuando nuestro planeta era dominado por el mar, y nos creemos dioses en un pulso fraticida contra él. Infelices.

Aún no hemos aprendido que el agua da forma a su antojo a la piedra más dura.

Un día será demasiado tarde. Dios nos coja confesados.

Un beso, niña, por tu canción protesta. (se necesita, siempre)