J. J. M. Ferreiro escribió:"cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso"
Vicente Aleixandre
Rota la luz en hélices ―giralunas de mar―
encrespando su fuego, sube la madrugada,
apura el corazón su condena embrujada
y resuena en las playas el lamento solar.
Muy lejos ya de todo ― brillante rejalgar―,
se amaban como sangre chorreando la espada,
como la charca fértil al ave sin morada
―criaturas indelebles desvividas de azar.
Navegaban así, velas, cuerdas celestes,
barcos enardecidos golpeados de viento.
Huían como un gas de esencia inagotable,
flameando impetuosos sobre mares agrestes.
Qué mayor amplitud que ser soplo irredento
―puntos de fuego anónimo en el aire inflamable.
Excelente poema, amigo Ferreiro, excelente
Pio