Editorial Alaire

¿Recorres acaso las venas como un paraíso sin collares,
atento al frenesí y a la lluvia de espejos?.

No hay maquillaje en las laderas, no persigue el lobo azul
su cáliz ni su amargura.

Huye un río de su música, de su pantano o de su nieve.

Al regreso las casas hablan con su melancólica quietud
de escaparate.

Se ahogan las cigüeñas en la furia de abril,
el mercado recoge lloros de paloma y humedad de naves
que no poblaron viento.

Él es un niño con las mandíbulas de sal,
ella busca un reloj en la memoria de los pétalos.

Aquí la palabra es lengua, insoportable racimo de columnas.

Cae la tarde como un dromedario o su noche de azar.

Creo que recuerdo haber leído esta tarde que cae como un dromedario... y de nuecvo creo que haces una poesía muy especial... y te digo estoy hoy con un dolor de pies que me muero, je... ya ves, trabajar es muuuu malo...

Besote grande, Ramón. Y gracias por el disfrute,

Carmen

Cuando subes a la grupa de la metáfora cabalgas a galope tendido con rotundidad conquistando los más bellos espacios de la poesía. Siempre aplausos.
Salud.

Tu forma de escribir es alucinante. Entras en un mundo onírico dificil de materializar. Un placer seguirte
Abrazos
Pilar

carmen iglesia escribió:Creo que recuerdo haber leído esta tarde que cae como un dromedario... y de nuecvo creo que haces una poesía muy especial... y te digo estoy hoy con un dolor de pies que me muero, je... ya ves, trabajar es muuuu malo...

Besote grande, Ramón. Y gracias por el disfrute,

Carmen

No te equivocas, Carmen, el poema no es nuevo y ya está publicado en otros lugares(no me acordaba que aquí no lo habia puesto). Te imagino atareada a tope. ¿Que tal va todo? ¿a punto de abrir?Mucha suerte, amiga,y un fuerte abrazo.

Ramón ¿de dónde has sacado tal variedad de metáforas? ¿has sobornado a las musas?

En fín... yo las tengo en huelga, me parece.

Mis saludos mediterráneos siempre.

No hay maquillaje en las laderas, no persigue el lobo azul
su cáliz ni su amargura.


Ramon, gran poeta eres resalto estos dos versos que me parecen geniales.
javier
te espero en mi obra

Julio González Alonso escribió:Cuando subes a la grupa de la metáfora cabalgas a galope tendido con rotundidad conquistando los más bellos espacios de la poesía. Siempre aplausos.
Salud.

Gracias, Julio, por tu visita y comentario. Un abrazo y salud para ti también.

Pilar Morte escribió:Tu forma de escribir es alucinante. Entras en un mundo onírico dificil de materializar. Un placer seguirte
Abrazos
Pilar

Gracis, Pilar, por tu amable comentario. Un abrazo.

Un poema paradigmático de tu estilo, que seduce, atrapa y transmite esa sensación de estar ante una muestra de alta literatura.

Muy, muy bueno.

Un abrazp.

Ramón Carballal escribió:

carmen iglesia escribió:Creo que recuerdo haber leído esta tarde que cae como un dromedario... y de nuecvo creo que haces una poesía muy especial... y te digo estoy hoy con un dolor de pies que me muero, je... ya ves, trabajar es muuuu malo...

Besote grande, Ramón. Y gracias por el disfrute,

Carmen

No te equivocas, Carmen, el poema no es nuevo y ya está publicado en otros lugares(no me acordaba que aquí no lo habia puesto). Te imagino atareada a tope. ¿Que tal va todo? ¿a punto de abrir?Mucha suerte, amiga,y un fuerte abrazo.

A puntito... para mediados de la semana próxima... Estoy "agotá" pero espero que sea para bien... Mil gracias por tu deseo, Ramón.

Besote,

Carmen

Ramón Carballal,

El regreso al mismo momento
es como disparar al mismo objetivo
sin poder atinarle
y sin poder capturar su esencia

Magníficos versos

eres un poeta extraodianrio, querido amigo

Con la genialidad metafórica de siempre y ese estilo puramente propio has escrito un poema con variantes brillantes. Mis felicitaciones.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

Ramón Carballal escribió:¿Recorres acaso las venas como un paraíso sin collares,
atento al frenesí y a la lluvia de espejos?.

No hay maquillaje en las laderas, no persigue el lobo azul
su cáliz ni su amargura.

Huye un río de su música, de su pantano o de su nieve.

Al regreso las casas hablan con su melancólica quietud
de escaparate.

Se ahogan las cigüeñas en la furia de abril,
el mercado recoge lloros de paloma y humedad de naves
que no poblaron viento.

Él es un niño con las mandíbulas de sal,
ella busca un reloj en la memoria de los pétalos.

Aquí la palabra es lengua, insoportable racimo de columnas.

Cae la tarde como un dromedario o su noche de azar.

Hola, Ramón

Mira, sobre el rítmo en la poesía he pensado bastante, pero no desde el punto de vista académico, en los tratados de métrica o prosodia, sino que siempre he creído que el ritmo en la poesía es algo que cada poeta debe adecuar a su obra en particular. Es más, siempre he pensado que cada poema exige su propio ritmo, su tempo, según lo que uno quiera expresar. Bueno, pues eso sobre lo que he pensado tanto y que aún no he conseguido, es precisamente uno de los puntos fuertes - y son tantos- de tu poesía. Lo que quiero decir es que uno al leer tus poemas se siente como cuando de niño era mecido - no por olas en mi caso, que soy de tierra adentro- en uno de esos columpios gigantes que instalábamos en la "cámara" donde se almacenaba el trigo. Pero, al ser balanceados, había una gran diferencia dependiendo de si los chicos que empujaban lo hacían a empellones desacompasados y violentos, en cuyo caso, el columpio se zarandeaba hacia los lados y el desgraciado piloto podía sentir la inminencia de la caída; o bien, si lo hacían acompasadamente, incrementando la fuerza de sus sacudidas en respuesta a la solicitud del que en ese momento era columpiado. Pues bien, en esta evocación nostálgica - tan desafortunada, je,je- tú eres uno de esos chicos que sabían empujar el columpio. En tu poesía da gusto mecerse, Ramón...


Un abrazo

Magníficas metáforas, Ramón.

Un gusto deslizarme por los entresijos de tu poesía.

Enhorabuena
Un beso
Ana