Editorial Alaire

Como sombrillas somos,
como sombrillas.
Como parapetos libres e inocuos,
como parapetos.
Como funambulistas en el gran circo:
iconos de sonrisas y sueños.
Somos pasajeros, solo eso,
solo pasajeros.
Dueños de un gran porvenir por venir.
Dueños de parajes
embotellados en lágrimas.
Dueños de miradas furtivas:
siempre furtivas,
siempre miradas.
¿Dónde vas, mujer?
¿Dónde vas, niño?
Sí, tú, niño...
a ti te hablo:
¿Dónde crees que vas,
con la sonrisa calzada?
Y tu, mujer,
sombrilla, lienzo, pincel, mano, mar,
ojos, ojos, ojos que miran,
negándose a ver,
negándose a creer.
¿Hasta cuando, mujer?

¡Basta ya!
¡Déjales en paz, escribiente!,
déjales que se miren
en la distancia.
Deja de interferir, escribiente.
Apaga la luz y acaba estos versos
ya.
Envidioso.

Bueno felicitaciones por tu poema. te mando saludos, y bienvenido a alaire.
javier

Javier,

gracias a tí por tu lectura y tu bienvenida.

un saludo