Publicado: Sab, 07 Mar 2015 20:40
Muchas gracias por tu amabilidad, Ramón.
Un fuerte abrazo.
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Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Hoy no ha habido ningún te quiero
que me ajustase la piel al cuerpo,
ni ha venido nadie a decirme que es de día
regalándome las luces con un beso.
Porque un amén nunca tuvo tanta fuerza
en los labios de un justo
como tu nombre en mi boca,
he destensado los arcos del cielo
y he desatado sus ánforas pronunciándolo
para escaparme de este simulacro de vida
sin tus ojos.
He hecho malabarismo con las horas muertas,
y en mis manos se han marchitado los segundos
remendando el tiempo;
porque no he sabido disimular
que orbitaba en tu recuerdo,
y todas mis sonrisas se han quedado a medias
arrugándome el rostro.
Te esperaré allí donde las sombras
involucionan las auroras,
en el tallo de un suspiro medio huérfano,
o en la síntesis de una estrella
que se sabe muerta cuando nace.
No seré yo quien ponga puertas a la noche,
no para que se escapen los sueños.
No he querido profanar los lugares
donde nuestras almas desnudas
se volvieron anónimas;
ni pretendo ser profeta de una fe muerta
donde se parcelan los silencios.
Hoy solo me aferro a la vida,
y despliego las velas
ignorando el mal tiempo.
Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Hoy no ha habido ningún te quiero
que me ajustase la piel al cuerpo,
ni ha venido nadie a decirme que es de día
regalándome las luces con un beso.
Porque un amén nunca tuvo tanta fuerza
en los labios de un justo
como tu nombre en mi boca,
he destensado los arcos del cielo
y he desatado sus ánforas pronunciándolo
para escaparme de este simulacro de vida
sin tus ojos.
He hecho malabarismo con las horas muertas,
y en mis manos se han marchitado los segundos
remendando el tiempo;
porque no he sabido disimular
que orbitaba en tu recuerdo,
y todas mis sonrisas se han quedado a medias
arrugándome el rostro.
Te esperaré allí donde las sombras
involucionan las auroras,
en el tallo de un suspiro medio huérfano,
o en la síntesis de una estrella
que se sabe muerta cuando nace.
No seré yo quien ponga puertas a la noche,
no para que se escapen los sueños.
No he querido profanar los lugares
donde nuestras almas desnudas
se volvieron anónimas;
ni pretendo ser profeta de una fe muerta
donde se parcelan los silencios.
Hoy solo me aferro a la vida,
y despliego las velas
ignorando el mal tiempo.