Editorial Alaire

Rafel Calle escribió:Me cubre la quietud y vivo en el suceso
como una pizca de mujer celosa
de su parte de furia incontenida.

En la arena de mi talle, hoy me noto un crecimiento,
el alma es un oasis, y mis cosas
son futuro de palma, dátil a tu medida.

Verás, amor, que sentimos un compás y dos maderos
que resisten liturgias de carcoma,
un andar, dos pilares, cobijo de caricias.

Abrigada la lengua al calor que presiento,
un ascua se ha prendido en el fiel de tu boca,
y los labios son sinergias voluptuosas y verídicas.

Por lo dulce de amar el pensamiento,
te requiero en la punta de la piel más golosa,
embadurnado y nata. Celándote. Sin prisa.

Jerónimo Muñoz escribió:Poema de amor incandescente en el cual refugias los conceptos más explícitos en otros más poéticos y sugerentes. El ligero matiz erótico queda envuelto en velos semi-transparentes lo que convierte el poema en un canto limpio al amor en su más puro aunque carnal aspecto.
Tu voz es reconocible para los que la conocemos y nos proporciona la evidencia de estar ante un poeta consolidado que maneja los símbolos con la soltura de un artífice.
Gran poema, Rafel. Recibe mi admiración y mi aplauso.
Abrazos.
Jerónimo

Julio Bonal escribió:Hermoso, hermosísimo poema, Rafel, que en algunos momentos me recuerda (más allá de la forma) a uno de los grandes poetas mallorquines en catalán y, de hecho, uno de los grandes poetas a secas, Blai Bonet. Hay una enorme verdad en ese amor que se poetiza (o que simplemente se refleja, pues ya un "verdadero" amor, si haylo, debe de ser poema) y es que se mantiene a ras de suelo, digo, de aquel sentir que es carne y en carne se realiza, junto con toda esa sangre que de modo natural se vierte en cada relación.
Sabia combinación de metros que dulcifican el decir de algo que se quiere, dulcemente, decir.

Juli

Rafel Calle escribió:Me cubre la quietud y vivo en el suceso
como una pizca de mujer celosa
de su parte de furia incontenida.

En la arena de mi talle, hoy me noto un crecimiento,
el alma es un oasis, y mis cosas
son futuro de palma, dátil a tu medida.

Verás, amor, que sentimos un compás y dos maderos
que resisten liturgias de carcoma,
un andar, dos pilares, cobijo de caricias.

Abrigada la lengua al calor que presiento,
un ascua se ha prendido en el fiel de tu boca,
y los labios son sinergias voluptuosas y verídicas.

Por lo dulce de amar el pensamiento,
te requiero en la punta de la piel más golosa,
embadurnado y nata. Celándote. Sin prisa.