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Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Lun, 27 Feb 2017 15:15
por E. R. Aristy
Rafel Calle escribió:Introducción.
Fue preciso acercarse y mirar a conciencia
porque el bulto sufría
de informal y piltrafa,
así y todo escribía
una suerte de espasmos, pálpitos de la calle en una página.
Despistada del todo, porque el tipo reía,
acurrucó su encanto sobre el umbral del hombre,
contraste de mármol impecable y regia apología
de la fatalidad, y le preguntó al desnudo,
¿de dónde fue el origen que allí palidecía?
¿Por qué su multitud reseca, por qué su soledad borracha
y tanta carestía?
Esperando una rebelión de comisura apelmazada,
se interrogó a sí misma el porqué de una pena de tanta jerarquía,
del pasado deforme al presente insalubre
de un futuro que huía,
todo en él resignado, hecho un jirón de augurio terminal.
Y se reía.
¿Era un adiós?
¿Quizá un adiós de cobardía?
Concluyó que de todas, todas ¡adiós
de letanía!
Él.
No me tengas por bulto sospechoso de locura, que sé llorar y río
porque ahora me emborracho de adoquines;
junto al cauce de asfalto un zaguán es el delta,
mi origen es un hato de enseres trashumantes,
memoria de galopes, que se ciñen como cinchas al relincho
de las plazas y los árboles.
No hay caballos, lo sé. Andar es el destino del jinete
que monta suspiros cuando no vendavales.
Ven aquí, no te vayas, las aceras se citan por la noche,
se trata de sentir el caudal, sentirlo es todo un arte,
de las cosas que caben en un bolsillo roto.
Las cosas especiales.
Ella.
No tengo miedo, al mirarte de cerca he visto cuentos infantiles
y un olor de ginebra castigada.
Padeces el espíritu del duende en un bosque de lechos marginales,
eterna sed de luz, eternamente madrugada.
No quisiera enmendarte, desaliño que habita las baldosas,
la mugre de los sueños que se quejan de su karma,
aun así, no sufrirás reprobación, mi escuela hace años que es remisa
con los orígenes. Alumna de pulsión acalorada,
maestra de vigilia. Todo en mí defraudado,
el argumento del amor por el amor, me llama.
Los años han vencido a los temores, ahora te miro
como miran los pájaros a los árboles: la migración, la rama.
Él.
¿Sabes? el origen de hoy es el ayer del escritor y sus manías,
se trata del carácter y el azar, son tensiones
en la cuerda que anuda ansiosas travesías,
errático tirón, estrés demente,
carcoma del esparto que encadena mi vida.
Me postulo en la inconsciencia porque nada perdemos si lo perdemos todo;
la ingratitud me dijo que los locos más niños, aciertan.
Ella.
Tira que tira, tirantez de cuna,
por olvidar la esencia de cuanto te rodea
ha llegado la floración del pelo en las aceras.
¡Albricias! Nos hallamos en un punto del ensanche
donde el alma labora con agujas de oficios malcarados,
enhebrando una piedra al ojo de la vida.
Él.
Será porque reír responde a la belleza
que la veneración es cosa de tu cara.
Escribo por penar, peno por transmitir
el tiempo en avenidas de grandes añoranzas.
Habrá de ser tu calle refugio de las letras exiliadas,
asfalto redimido en la genialidad del pulso,
tus ojos son anchísimos países,
tu mente redención de conceptos difusos,
la sencillez de lo imposible
en todas las facetas de los claros y los turbios.
Ella.
Ya sé, somos un polo al norte en su deshielo, el agua, material de pesadumbre;
carámbanos prendidos de un anhelo.
Somos el suspirar en la costumbre de las aves cautivas en el suelo,
sin alas por las alas sin su cumbre.
Él.
Y somos una pena intransigente que levita en lo pueril de la impaciencia,
en un trance de equívoco y ausencia, pecado original, transitando solamente.
Ella.
No cifremos el tiempo que anduvimos soñando,
resultarían caminatas de valores inhóspitos;
amar reír, reír por amar los pasos.
Él.
Será porque reír responde a una mirada
que mi contemplación es cosa de tus gestos.
Querámonos ya.
Ella.
Vayámonos ya, si nos queremos.
Me ha maravillado este diálogo poético, Rafel. Podría interpretarse como un poema romántico, pero a mi me ha parecido una conversación entre el poeta y la Poesía. Amén a la pulcritud del formato y su trasfondo lirico. Abrazos,
ERA
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Vie, 24 Mar 2017 20:05
por Rafel Calle
Muchas gracias, amigo Antonio, te agradezco enormemente tu paso por este poema más largo que un día sin pan.
Un cordial abrazo, compañero.
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Vie, 14 Abr 2017 8:55
por Rafel Calle
Muchas gracias, amigo Andreas, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Dom, 26 Nov 2017 12:12
por Rafel Calle
Muchas gracias, amiga Era, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Dom, 26 Nov 2017 16:56
por Luis M
Magnífico trabajo, Rafel. Para recrearse despacio en cada verso. Destaco la segunda y tercera estrofas, y en contrapunto (soy un coñazo perfeccionista

) veo un exceso de rimas en la primera, y el cierre me parece un poquito "flojito". Mis felicitaciones amigo. Un fuerte abrazo.
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Sab, 02 Dic 2017 11:08
por Rafel Calle
Muchas gracias, amigo Luis, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este trabajo; lo escribí en una época de transición a la prosa y corresponde a un poemario que escribimos Ferreiro, Luis Oroz y un servidor. Ciertamente, como bien apuntas, no es ni mucho menos un poema perfecto, sin embargo, te confieso que, actualmente, me daría con un canto en los dientes si pudiera repetir este tipo de obras. En fin, son épocas, supongo.
Abrazos.
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Sab, 02 Dic 2017 11:51
por J. J. Martínez Ferreiro
¿Y cómo se me había ido este?
¡Qué buena obra sería esa "Orígenes"!
Poemas como estos así lo demuestran.
Un abrazo, chief
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Dom, 17 Dic 2017 22:30
por Rafel Calle
Muchas gracias, amigo Luis, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.
Re: La dama y el escritor vagabundo. (Orígenes V)
Publicado: Mié, 15 Jul 2020 9:22
por Rafel Calle
Muchas gracias, amigo Ferreiro, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Sí, tendríamos que retomar el libro, a ver si nos animamos.
Abrazos.
Re: La dama y el (escritor) vagabundo
Publicado: Mié, 15 Jul 2020 11:10
por Julio Gonzalez Alonso
Tienen ya unos años estos versos, pero yo diría que mejoran con cada nueva lectura y nos descubren nuevos matices en la intensidad de este diálogo dramatizado. Un abrazo y felicitaciones, amigo Rafel.
Salud.
Re: La dama y el (escritor) vagabundo
Publicado: Mié, 15 Jul 2020 11:31
por Ricardo Serna G
Rafel
Un diálogo que me deja escuchar
al poeta en plenitud, que abre
momentos sin locura, que entiende
los sueños, que descubre sus extrañas travesías,
que encuentra qué hay en el ojo
de la vida, escribe por que sufre,
suspira por las aves-sufrimientos- enjauladas,
que la vida es un tránsito solamente,
que amar y reír es nuestra meta
y que la entrega, entre la poesía y el poeta, es completa.
MARAVILLOSO POEMA
Un abrazo fuerte, querido amigo
Feliz día, siempre
Re: La dama y el (escritor) vagabundo
Publicado: Jue, 16 Jul 2020 20:10
por Antonio Justel
... y sigo y sigo y digo que aquí, e el Foro, varios estáis en un punto de originalidad o ensayo con formas que marcan un diseño, o diseños, de mucha importancia, razón por la que hemos de seguir los rastros de cada cual y uno a uno; eres felicitado y animado, Rafel con entusiasmo y fe, pues tengo para mí que ejerces esto de las letras con pulso y buen conocimiento; felicitaciones, amigo. a. justel/Orión
Re: La dama y el (escritor) vagabundo
Publicado: Sab, 18 Jul 2020 8:15
por Rafel Calle
Muchas gracias, amigo Ferreiro, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Sí, tiene muchos años esta especie de melodrama versado y con final feliz.
Abrazos.
Re: La dama y el (escritor) vagabundo
Publicado: Sab, 18 Jul 2020 9:37
por javier eguilaz
Rafel Calle escribió:Introducción.
Fue preciso acercarse y mirar a conciencia
porque el bulto sufría
de informal y piltrafa,
así y todo escribía
una suerte de espasmos, pálpitos de la calle en una página.
Despistada del todo, porque el tipo reía,
acurrucó su encanto sobre el umbral del hombre,
contraste de mármol impecable y regia apología
de la fatalidad, y le preguntó al desnudo,
¿de dónde fue el origen que allí palidecía?
¿Por qué su multitud reseca, por qué su soledad borracha
y tanta carestía?
Esperando una rebelión de comisura apelmazada,
se interrogó a sí misma el porqué de una pena de tanta jerarquía,
del pasado deforme al presente insalubre
de un futuro que huía,
todo en él resignado, hecho un jirón de augurio terminal.
Y se reía.
¿Era un adiós?
¿Quizá un adiós de cobardía?
Concluyó que de todas, todas ¡adiós
de letanía!
Él.
No me tengas por bulto sospechoso de locura, que sé llorar y río
porque ahora me emborracho de adoquines;
junto al cauce de asfalto un zaguán es el delta,
mi origen es un hato de enseres trashumantes,
memoria de galopes, que se ciñen como cinchas al relincho
de las plazas y los árboles.
No hay caballos, lo sé. Andar es el destino del jinete
que monta suspiros cuando no vendavales.
Ven aquí, no te vayas, las aceras se citan por la noche,
se trata de sentir el caudal —sentirlo es todo un arte—
de las cosas que caben en un bolsillo roto.
Las cosas especiales.
Ella.
No tengo miedo, al mirarte de cerca he visto cuentos infantiles
y un olor de ginebra castigada.
Padeces el espíritu del duende en un bosque de lechos marginales,
eterna sed de luz, eternamente madrugada.
No quisiera enmendarte, desaliño que habita las baldosas,
la mugre de los sueños que se quejan de su karma,
aun así, no sufrirás reprobación, mi escuela hace años que es remisa
con los orígenes. Alumna de pulsión acalorada,
maestra de vigilia. Todo en mí defraudado,
el argumento del amor por el amor, me llama.
Los años han vencido a los temores, ahora te miro
como miran los pájaros a los árboles: la migración, la rama.
Él.
¿Sabes? el origen de hoy es el ayer del escritor y sus manías,
se trata del carácter y el azar, son tensiones
en la cuerda que anuda ansiosas travesías,
errático tirón, estrés demente,
carcoma del esparto que encadena mi vida.
Me postulo en la inconsciencia porque nada perdemos si lo perdemos todo;
la ingratitud me dijo que los locos más niños, aciertan.
Ella.
Tira que tira, tirantez de cuna,
por olvidar la esencia de cuanto te rodea
ha llegado la floración del pelo en las aceras.
¡Albricias! Nos hallamos en un punto del ensanche
donde el alma labora con agujas de oficios malcarados,
enhebrando una piedra al ojo de la vida.
Él.
Será porque reír responde a la belleza
que la veneración es cosa de tu cara.
Escribo por penar, peno por transmitir
el tiempo en avenidas de grandes añoranzas.
Habrá de ser tu calle refugio de las letras exiliadas,
asfalto redimido en la genialidad del pulso,
tus ojos son anchísimos países,
tu mente redención de conceptos difusos,
la sencillez de lo imposible
en todas las facetas de los claros y los turbios.
Ella.
Ya sé, somos un polo al norte en su deshielo, el agua, material de pesadumbre;
carámbanos prendidos de un anhelo.
Somos el suspirar en la costumbre de las aves cautivas en el suelo,
sin alas por las alas sin su cumbre.
Él.
Y somos una pena intransigente que levita en lo pueril de la impaciencia,
en un trance de equívoco y ausencia, pecado original, transitando solamente.
Ella.
No cifremos el tiempo que anduvimos soñando,
resultarían caminatas de valores inhóspitos;
amar reír, reír por amar los pasos.
Él.
Será porque reír responde a una mirada
que mi contemplación es cosa de tus gestos.
Querámonos ya.
Ella.
Vayámonos ya, si nos queremos.
Rafel, percibo un buen ritmo en el desarrollo del poema, y del diálogo. Sabes que no llego a entender demasiado bien los términos técnicos, que, y como los usáis los expertos.
Yo, personalmente en el título hubiera utilizado la palabra poeta, en vez de escritor. Por hacerte una crítica, constructiva. Cada uno, es cada uno.
Un fuerte abrazo Poeta
salud!
suerte
y sé feliz
cuídate mucho
Re: La dama y el (escritor) vagabundo
Publicado: Mar, 28 Jul 2020 2:33
por Óscar Distéfano
Te confieso que, luego de mi primera lectura y de leer el post por completo y con mucha atención, en la segunda lectura recibí la magia que emana del poema, el romanticismo intelectual y al mismo tiempo adolescente, una predisposición al sentimiento del amor que quisiéramos para este nuestro caótico mundo. Tendría que existir una razón poderosa para que una mujer se interese en un vagabundo (quizás el célebre sexto sentido; quizás la escritura, que siempre provoca curiosidad). Lo cierto es que el argumento es inobjetable, y el desarrollo muy bien escrito, con imágenes pulcras y cultas. Creo que has salido más que airoso del desafío que, por cierto, no se presentaba nada fácil. Para mí, escribir un poema con escaleta es una tarea de lo más difícil, y aplaudo cuando una obra llega a buen puerto con este recurso. Mis felicitaciones, compañero. Realmente, tu trabajo me ha parecido loable, digno de emular en su idea genérica.
Un abrazo.
Óscar