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Re: re: Amanda

Publicado: Dom, 18 Abr 2010 19:23
por Hallie Hernández Alfaro
Armilo Bretón escribió:Comentarles a algunos de ustedes un poema ¡es tan difícil! Dada la gran calidad que acumulan uno sólo puede limitarse a dejar un par de abrazos en sus escritos.
Qué bien me siento en este homenaje a usted !!!
Uno siente latir sus versos entre los labios: qué serán los labios contra los labios?

Bueno le digo lo que a otra gran porta del Portal:

"Escribe muy bien - transmite siempre la emoción precisa- tiene la gracia de los dioses y es una gran gran lectora, una mediocre crítica poruqe es excesivamente generosa en los comentarios.

Yo que no tengo ni lo uno ni lo otro siento una envidia mala que me correo el alma y voy por todas las palmeras del caribe, por todas las playas blancas del atlántico, por todos los chiringuitos llenos de langostas preguntándome:
Por qué yo no Señor, por qué yo no?

Es todo un lujo, ya que está cerca, decirle: Qué belleza, qué belleza!.
No es tan fácil encontrar calidad humana y artística.

Es un lujo compartir con usted.

san armilo b.


Muchas gracias, armilo!!!!! Me has emocionado con tanto aprecio y bondad y sí estoy de acuerdo con Carmen; el ataque de envidia (no muy sano tampoco, lo confieso)que me produce el azul del caribe y las langostas es enormeee!!!!!!

Un abrazote, poeta.

Hallie

re: Amanda

Publicado: Sab, 01 May 2010 23:48
por Vicente Fernández-Cortés
Si, Hallie, recuerdo a aquel soñador desenfadado y libertario en aquel Chile convulso y amordazado que le tocó vivir. Siempre es bueno recordar al poeta y al soñador qur fue.
Y sobre todo en un poema tan extraordinario como este.

Mi beso y mi admiración profunda

Re: Amanda

Publicado: Mar, 04 May 2010 20:28
por Antonio Justel
Hallie Hernández Alfaro escribió:Inspirado en el tema de Victor Jara: Te recuerdo, Amanda.




Amanda



Vuelves del cántaro lluvioso de abril,
de la penitente longitud del miedo hincado en las rodillas;
vuelves con granadas adolescentes que hacen turbias las amapolas
y tempánicos los valles del ensueño.

En la muerte no sucedió nada; felado el humo, vacía la pena
arribas a los campos de Chile -que aún solloza por las manos perdidas-
contagias la dulce fiebre embrionaria y tu seno izquierdo enciende las banderas.
Sí, Manuel te ama con la lúdica sed de los hombres nuevos.




Hallie



... sí, Amanda te debe un grito en el cielo; con amor te recordará; Orión